Cartas de lectores: ¿El fin de las residencias médicas?

07 Enero 2023

El sistema de residencia médica es una instancia de aprendizaje posterior a la recepción del título de médico y que una vez recibido y principiante se prepara, practica y forma para ejercer la medicina en el marco de una especialidad. No me caben dudas, entonces, de que la sociedad toda se beneficia con ella para contar con profesionales de cada rama que atiendan sus dolencias y que sean de altos estándares de calidad. Hace unos años, una vez recibidos, la mayoría acudíamos con entusiasmo a tratar de conseguir una codiciada vacante (muchos a Buenos Aires) en un hospital de referencia. Y así se cubrían todos los lugares, generándose un círculo virtuoso a tal fin. Como bien lo define la Bio Med Central Education: “La residencia médica es el catalizador que transforma el conocimiento en competencia y las habilidades en experiencia”. Desde hace un tiempo (tal vez unos 10 años) vivimos una situación palpable y que año a año se va evidenciando. Es que: faltan médicos residentes para cubrir todas las vacantes para las diferentes especialidades, y esto resulta verdaderamente muy preocupante. La pandemia por Covid-19 puede que haya agudizado la situación, pero no solo ello incidió, sino también factores que no atendidos oportunamente poco a poco nos condujeron a que el profesional recién recibido no piense ni se programe para hacer su residencia. Y en ese sentido se pueden mencionar: el bajo sueldo, la carga horaria descomunal, la falta de aportes y la extrema precarización, y tener que ser la “trinchera” de los hospitales (donde no tienen sábados, domingos, feriados ni Navidad) y absorber cada vez más tareas y con sus trabajos sostener la atención en los centros médicos, muchas veces al borde del burn out. También, encima, deben soportar agresiones de familiares de enfermos, disconformes o descontrolados por algún motivo. Con seguridad podemos afirmar que nuestro sistema de salud fue durante mucho tiempo líder en América Latina, pero hoy el hecho es que cada vez ingresan menos médicos a la residencia. Finalmente, vamos a decir que la residencia médica es un sistema especial de trabajo donde se requiere estructura docente y metodología que oriente la práctica formativa en una situación no planificada cual es la atención de un enfermo. En ellas si los mentores se van jubilando, y los médicos jóvenes se van de un trabajo a otro por el multiempleo, los residentes quedan sin una estructura para su formación. Urge que los que intervienen en el sistema, privados y principalmente el Estado, se sienten a tratar la problemática para corregir la situación anómala y con seriedad y sin demagogia actuar y mejorar los distintos factores. El Estado debe dejar de inmiscuirse y gastar energías en cosas donde no debe estar (por ejemplo, fijarse si el individuo compró 50 dólares, o si viajó a Qatar, o cuestionar fallos judiciales que le son adversos) y sí contribuir a que el sistema sanitario no se siga deteriorando y ponga en jaque y resienta todo el Sistema de Salud. La provincia de Buenos Aires recientemente hizo un nuevo reglamento: veremos... No obstante, todo lo aquí señalado, seguiremos pensando con Esculapio cuando a su hijo le dijo con razón hace más de 2.000 años: “Hazte médico, hijo mío, y piénsalo bien mientras estés a tiempo, si indiferente a la ingratitud tienes un alma lo bastante estoica, para satisfacerse con el deber cumplido”.

Juan L. Marcotullio

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