La historia de amor de “Nacho” y Atlético

Es un luchador de 12 años que nació sietemesino y con problemas físicos; siempre acompaña al equipo y ayer fue ayudante de campo por un día.

FÚTBOL EN FAMILIA. Ignacio y Pusineri sonríen a dúo. Patearon penales junto a Ciro y a Roque, los hijos del técnico de Atlético que le abrió las puertas a “Nacho”. la gaceta / fotos de analia jaramillo FÚTBOL EN FAMILIA. Ignacio y Pusineri sonríen a dúo. Patearon penales junto a Ciro y a Roque, los hijos del técnico de Atlético que le abrió las puertas a “Nacho”. la gaceta / fotos de analia jaramillo

“Entré a la cancha con ‘Bebe’ (Guillermo Acosta). Le quería decir que era mi ídolo, pero al final no me animé”, revela Ignacio Jerez mientras se acerca a la puerta del complejo José Salmoiraghi. Son las 8.45 de un sábado fresco en Tucumán. La temperatura atípica para esta parte del calendario obligó a “Nachito” a vestirse con un conjunto invernal. Claro: con el escudo de Atlético inmaculado. “Con esto me siento más calentito”, dice en tono pícaro desde sus 12 años.

El recuerdo con Acosta es muy reciente. En el partido amistoso ante The Strongest “Nacho” ingresó al campo de la mano del capitán de Atlético, pero según él mismo confiesa, casi no pudo decirle nada. Un video filmado unos días antes y viralizado en las redes sociales motivó a los dirigentes a invitarlo al “José Fierro”, para que “Nacho” se diera el gusto de entrar a la cancha. Fue un regalo que ya adquirió la forma de recuerdo imborrable.

Su historia es un ejemplo de superación, digna de admirar. “Nacho” fue sietemesino- Luego de largas semanas en neonatología, al recibir el alta le diagnosticaron varios problemas de salud que todavía afronta día a día. Padece retinopatía del prematuro (ocurre cuando crecen vasos sanguíneos anormales en la retina) con nistagmo horizontal (movimiento involuntario del nervio ocular). También sufre hemiparesia (alteraciones en el funcionamiento de un lado del cuerpo -en este caso el izquierdo- por efecto de alguna enfermedad que afecta al sistema nervioso central). Además, hace unos años lo operaron para practicarle una reconstrucción de pie equino varo.

Este fin de semana de carnaval será inolvidable para “Nacho”. El viernes pasó por las instalaciones del club para retirar el carnet de socio que le otorgó la comisión directiva. “Contamos con un sector especial para discapacitados en el codo de 25 de Mayo y Chile. Pero ‘Nacho’ es un caso especial por su patología. Necesita ver el partido a través de la cámara de su celular desde un sector más alto y central del estadio, por eso decidimos con la CD otorgarle a él y a su madre unos carnets gratuitos”, aclaró Ignacio Golobisky, vicepresidente segundo “decano”. “Nos encariñamos rápidamente con él, tanto nosotros como los jugadores y el cuerpo técnico”, remarcó el dirigente.

“Nacho” comenzará pronto la secundaria en el instituto IPEF. Ayer llegó al complejo con la timidez típica de un niño de su edad, pero poco a poco se fue soltando, tal es así que terminó tirando paredes con Braian Guille, Lucas Naranjo y Lucas Pusineri.

HAY EQUIPO. “Nacho” posa junto a los jugadores y los utileros del “decano”.  HAY EQUIPO. “Nacho” posa junto a los jugadores y los utileros del “decano”.

Fue justamente el técnico quien lo invitó a presenciar el entrenamiento completo en Ojo de Agua. “Dale, quedate con nosotros”, le dijo el DT a “Nacho”, que sólo había ido por unas fotos. “Su problema ahora es la visión a distancia, por eso él siempre tiene que sentarse adelante. Hace natación como rehabilitación, va al fonoaudiólogo, tratamos de darle todo con su mamá”, confió Matías Jerez, papá de “Nachito”.

Para completar este fin de semana de ensueño, Ignacio estará presente en el Monumental mañana, cuando Vélez visite al “decano”. “Me sé todos los apodos de los clubes, me gusta mucho el fútbol, me gustaría ser coleccionista de camisetas”, le cuenta a LA GACETA. “Nacho” volverá a asistir a un partido oficial después de mucho tiempo. “Fui cuando era chiquito, en 2016 contra Huracán”, recuerda.

El sueño de convertirse en coleccionista sufrió un traspié hace algunos años. “Tenía muchas camisetas, pero cuando nació mi hermano entraron a robar a mi casa. Se llevaron dos pares de zapatillas y todas las camisetas que tenía”, explica, pero ya empezó con la reconstrucción de la colección. “Me compré una roja y blanca, pero no se equivoquen: es de San Pedro de Córdoba”, dice con una sonrisa. “Desde la cuna soy de Atlético, mi papá intentó hacerme de San Martín, pero no pudo. Por ahí la picanteamos y casi nos desconocemos”, confiesa y larga una carcajada.

Son las 12.35 y “Nacho”, el nuevo socio que tiene Atlético, no piensa irse, ya se siente como en su casa en el complejo de Ojo de Agua. Patea algunos penales con los Pusineri (también estaban Ciro y Roque, hijos de Lucas) y al terminar se permitió una infidencia. “Pusineri es un gran técnico, nos salvó la vida. Pero le dije cómo tiene que ser el equipo: Marchiori; De la Fuente, Bianchi, Cabral y Orihuela; tres en el medio con Tesuri, Acosta y Pereyra; y tres delanteros arriba: ‘RRR’, Coronel y Estigarribia. Le recomendé que juegue 4-3-3 y él me dijo que lo va a correr a Matías Villavicencio (el ayudante de campo) por que yo sé más que él. Pero no, yo todavía no podría hacerlo”, confesó con una mezcla de humor y, ¿por qué no?, de preocupación ante el compromiso.

Justo cuando se cumplieron las cuatro horas en el complejo y el sol ya se había apoderado del cielo tucumano, “Nacho” entró al vestuario con una musculosa que había llevado en la mochila para llevarse la firma de todo el plantel y una foto multitudinaria. Sin lugar a dudas que fue una mañana inolvidable para él, pero el fin de semana largo todavía le tiene más sorpresas. Mañana, junto a su mamá Georgina, alentará al equipo de sus amores desde las tribunas del “José Fierro”. Ya como un socio más.

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