Atlético Tucumán: Con dedicatoria “a lo Di María”

“Perdón, me quedé sin voz”, se disculpa un disfónico Marcelo González mientras disfruta de su merecido día libre tras marcar el 1-1 agónico en la noche del lunes. Apenas venció a Leonardo Burián, el paraguayo formó con sus manos un corazón, a lo Di María, mirando hacia la platea. Después, claro, gritó con alma y vida. El partido se moría y no perder era fundamental para Atlético.

“Esto sirve para trabajar bien en la semana, corrigiendo los errores e ir partido a partido. Para mí fue una emoción grande hacer el gol, era una noche especial”, remarcó el atacante. Lo particular para él estaba en la tribuna, justo hacia donde direccionó ese corazón. “Le dije a mi hermano que viniera a un partido de local para que conozca el clima de lo que se vive. La hinchada es algo increíble, impresionante. Le dije: ‘tenés que sentir eso en primera persona’ y por suerte viajó y les pude dedicar el gol a ellos”, agregó el ex jugador de Guaraní.

La tarde de martes transcurrió entre el tereré y el cariño familiar para González. Además de la visita de su hermano Carlos, el jugador “decano” recibió a su suegra, Clara Yegros y junto a Karen Duarte (su esposa), Thiago y Dyema (sus hijos) prefirieron la comodidad de su casa para descansar. “Ellos son mi familia, son el empujón que recibo día a día para entrenarme y dar todo de mí, fue emocionante lo que vivimos en la cancha”, señaló.

Para que el cierre de fin de semana largo fuera perfecto para la familia González, en el corazón de Yerba Buena disfrutaron de un vorí vorí (comida típica paraguaya) para sentirse más cerca de casa.