“Moneda” se había vuelto habitué en Barrio Norte, antes de robar

Tras ser detenido el jueves, el joven acusado de desvalijar comercios recibió seis meses de prisión preventiva en la audiencia del sábado

FILMADO EN EL INTERIOR DE LA BOUTIQUE. Sacó dinero y prendas por $ 180.000 del negocio de Marcos Paz al 600. FILMADO EN EL INTERIOR DE LA BOUTIQUE. Sacó dinero y prendas por $ 180.000 del negocio de Marcos Paz al 600.
22 Febrero 2023

“Él ya tenía estudiado el local. Entró y se fue directo a buscar la plata de la caja; ya sabía dónde estaba”, le dijo a LA GACETA Raquel Acevedo, una de las víctimas de la serie de asaltos que habría protagonizado “Moneda”, un joven de 22 años que en un lapso de dos meses habría ingresado a cuatro locales comerciales ubicados en las calles Marcos Paz y Santa Fe.

El jueves pasado “Moneda” fue detenido durante un allanamiento en un domicilio de La Costanera, luego de una investigación realizada por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I. El sábado se realizó una audiencia en su contra, donde el juez le otorgó seis meses de prisión preventiva.

Se pudo determinar que “Moneda” fue el autor de los cuatro casos gracias a los videos registrados por las cámaras de seguridad que tenían los comerciantes en sus locales, y gracias al testimonio de una vecina anónima del acusado, que a través de un llamado informó que el joven estaba vendiendo los productos que pertenecían a los comercios.

“Con los videos se pudo ver que era la misma persona. En todos tenía la misma contextura, los mismos tatuajes en las mismas partes del cuerpo y en dos de los robos utilizó la misma gorra” dijo Gonzalo Bernedo, una de las víctimas.

Bernedo es dueño de una peluquería ubicada en la calle Marcos Paz al 300. Durante la madrugada del 19 de diciembre, la alegría que habían dejado los festejos mundialistas desapareció cuando un llamado lo alertó a él y a su novia Érica que su local había sido desvalijado.

Según informó la Fiscalía, “Moneda se paró frente a la vidriera y con un elemento contundente golpeó el vidrio y lo rompió. A continuación, comenzó a sacar los elementos que se encontraban exhibidos allí: un secador de cabello, tres champús, cinco máscaras y un óleo, elementos que hacen una pérdida de $110.000 aproximadamente. Luego se fue caminando”.

“Él, en la audiencia dijo que trabajaba como cuidacoches. Nosotros ya lo habíamos visto merodeando por la zona; decía que cuidaba los autos estacionados pero aprovechaba para estudiar cómo era el movimiento y lo que había”, dijo Bernedo.

Lo mismo planteó Raquel Acevedo, dueña de un local de venta de mates, que sufrió un robo la madrugada del 9 de febrero a manos de “Moneda”. El Ministerio Público Fiscal dijo que el imputado “forzó la cerradura de la puerta de ingreso, mientras que el otro malviviente se quedó sentado en la vereda. Una vez que el acusado rompió la cerradura, entró y tomó dos mochilas materas, dos posnet de tarjetas, $1.860 en efectivo y un termo, para finalmente ambos darse a la fuga”.

Acevedo dijo que ella y su hermana abrieron el local hace aproximadamente dos meses y que a “Moneda” lo vieron “desde el momento uno” por la zona. “Él siempre estaba por ahí, era un trapito. Una vez se ofreció a ayudarnos a cerrar la parte de arriba de la puerta porque con mi hermana somos bajitas. Sospechamos que no nos rompió el vidrio para entrar al local porque ya sabía de la trampita que tenía la puerta”.

Por su parte, Estella Anauati, una vecina que vive a la par del local de la calle Marcos Paz al 600 (que fue violentado el 13 de febrero), dijo que ella vio el momento en el que “Moneda” junto a una chica cometieron el delito. “Yo vi todo por el balcón; después de que guardaron las cosas en una bolsa se fueron por distintos lados. Al chico lo reconocí porque es un muchacho que limpiaba y cuidaba los autos por la cuadra”.

Según explicó la Fiscalía, esa madrugada “Moneda y una mujer de identidad desconocida arribaron a un negocio de calle Marcos Paz al 600. Forzaron la cerradura de entrada durante un tiempo prolongado hasta que lograron abrirla. El imputado ingresó y se dirigió a la caja registradora, para abrirla y sacar $10.000. Posteriormente sustrajo varias prendas de vestir, accesorios en un aproximado de $180.000 y un teléfono. Ambos huyeron”.

Dos días después, “el acusado se presentó en un local de lencería, en Santa Fe al 300. Previo a romper la cerradura, sustrajo un televisor de 32 pulgadas, una tablet, un matafuegos, dos espejos y casi $600.000 en mercadería. Finalmente, escapó”.

Bernedo abrió su peluquería hace nueve años y dijo que jamás habían sido víctimas de robos. “La zona se puso muy fea. Un solo chico en dos meses afectó a cuatro locales y no lo pudieron atrapar ni una sola vez, nadie lo vio. Yo creo que eso muestra la debilidad, la falta de trabajo o de seriedad que tiene la Policía a la hora de cuidar la zona”.

“Después de este robo quedamos perseguidos, pensamos que cualquier cuidacoches que se acerque va a querer hacer algo; tuvimos que polarizar nuestra puerta de vidrio y poner blackouts para que nadie pueda ver hacia adentro de la peluquería”. Dijo que en la audiencia la Fiscalía leyó los antecedentes del acusado. “Tenía 10 causas por robos, dos archivadas, sin contar las cuatro causas de ahora”. Añadió que “la Policía se acercó a mi local y a los de las otras chicas para decirnos que querían unificar todas las causas para que así reciba una medida de mayor peso. Necesitaban probar a toda costa que había sido él”.

Acevedo dijo que después del asalto no hubo un incremento en el movimiento policial de la cuadra. “Hasta las 21 horas hay una oficial en la esquina de la Virgen de la Merced y otro pasando la Laprida, pero en nuestra cuadra no hay nadie, menos a la madrugada”, dijo. “Nosotras no vivimos cerca, lo que hacemos es dar vueltas con el auto a la madrugada para controlar. Tenemos hijos, una casa y una familia, y por miedo tenemos que hacer el trabajo de la Policía”.

Oportunistas: otros robos en la zona

Hernán Medina vive en la calle Marcos Paz al 400 y dijo que en diciembre alguien le abrió el auto y le robó sus pertenencias. “Yo desconfío de los trapitos, mientras caminan por las cuadras van haciendo un sondeo entonces ya saben en qué horario van a robar”. Débora O. atiende en un drugstore ubicado en la Marcos Paz al 600 y dijo que afortunadamente nunca asaltaron su negocio, pero que el 11 de febrero “cerca de las 20.30 un chico pasó rápido en una moto por la esquina de la Muñecas y le quitó el celular a una chica que estaba ahí parada”.

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