El dengue se ensaña con los niños

Murió una nena de seis años. Guadalupe se contagió a principios de abril. Estuvo internada varios días. Se calcula que en la provincia ya se infectaron unos 2.000 menores de 14 años este año. ¿Por qué la enfermedad puede ser más grave en los chicos?

Guadalupe Palavecino había comenzado la primaria hacía apenas un mes. No fue un inicio tranquilo. En su casa, sus papás José y Susana, y tres de sus cuatro hermanos se contagiaron de denguey la enfermedad alteró toda la rutina de la familia. Ella, la más pequeña del hogar, fue la última en infectarse. Los síntomas empezaron el sábado 1 de abril. Tuvo algo de fiebre y, más tarde, vómitos. Cuando expulsó un poco de sangre, la mamá se asustó. Por eso, no dudó en llevarla al hospital de Niños. Fue el principio de una pesadilla que tuvo el peor final.

“Yo sabía que era dengue, lo sabía”, dice una y otra vez Susana. “Mi hija más grande había estado internada también unos días antes porque vomitaba sangre. Pero la médica que vio a Guadalupe me dijo que era laringitis. Le puso inyecciones, me indicó unos medicamentos que no le compré y me mandó a la casa”, detalla.

Guada ni siquiera tenía ganas de comer. Pero hizo un esfuerzo y ese domingo tomó el té que le hizo su mamá y, al mediodía, sopa. Cerca de las 22, una de las hermanas alertó a los papás que la niña de seis años no paraba de vomitar sangre. La limpiaron y la llevaron de urgencia al hospital. Quedó internada. Al cuarto día, y después de varios análisis, le dieron el diagnóstico certero: tenía dengue. También sangraba por la nariz y las encías. “Se le cruzaban los ojitos; era como que iba a convulsionar”, recuerda, con un llanto desesperado, la mamá.

El dengue le afectó los pulmones. Tuvieron que intubarla. “Ella hizo un esfuerzo por despertarse, abrió los ojos y nos buscaba; estaba luchando por vivir”, cuenta Susana. No puede borrar esa imagen de su mente ni un segundo. Luego, les informaron que había tenido una hemorragia cerebral. No había vuelta atrás. Guadalupe falleció el jueves a la tarde. Y el mundo se vino abajo para los Palavecino. “Es muy feo esto; nadie, ningún padre está preparado para esto”, dice la mamá. Siente una angustia muy grande y quiere dejar un mensaje: “lo único que pido a las mamás es que no dejen que los manden a sus hijos a casa si están graves; no den el brazo a torcer, exijan que los internen. No tendrían que haberla mandado a casa a mi Guada cuando la llevé mal la primera vez. Siento que se podría haber salvado. Mi hija tenía seis años, era muy sana y feliz, tenía toda una vida por delante; me la arrebataron”, expresa.

En su estadía en el hospital se sorprendió al ver muchos menores con la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. “Es impresionante cómo llegaban chicos, algunos muy mal. Los papás tienen que exigir que hagan algo para curarlos”, exclama. También se queja porque en el barrio donde viven, el Autopista Sur- Los Vázquez (cerca del Mercofrut), se sienten abandonados. “Aquí ni recolección de basura tenemos. Todas las familias se enfermaron con dengue. Esto duele mucho”, concluye.

Incidencia

La incidencia de dengue en niños y adolescentes que se está viendo en la actual epidemia sorprende a los médicos. De hecho, es la primera vez que se registra la muerte de un menor por esta enfermedad en nuestra provincia. Según los informes epidemiológicos, casi 2.000 menores de 14 años se contagiaron la enfermedad. Constituyen el 13,7% del total de los casos notificados, que ya son más de 14.000.

El doctor Julio López Mañán, infectólogo pediatra, admite que se han visto muchos casos de chicos afectados por dengue e incluso más cuadros complicados que en otros años. “Muestra de esto es que tenemos una gran cantidad de niños contagiados e internados, tanto en la parte pública como en la privada”, remarcó. Solo en el hospital de Niños atienden 500 consultas por día y el 90% son de pacientes con síntomas de dengue.

Coincide con él infectólogo Marcelo Quipildor. ¿Por qué los niños son uno de los grupos más vulnerables para el virus dengue?, le preguntamos. Y estas son las razones que nos dio:

1- El sistema inmunológico de ellos va madurando de a poco; entonces, son mas vulnerables a tener infecciones agresivas.

2- Nunca tuvieron contacto con virus; y por ello la primera vez pueden hacer dengue grave.

3- Puede ser que hayan tenido en otro brote la enfermedad en forma asintomática y al segunda infección puede ser mucho más grave en ellos.

4- El serotipo que hoy está circulando, el DEN 2, es muy agresivo (el dengue tiene cuatro serotipos). En cada caso influye mucho la respuesta inmune de una persona.

Desde bebés

López Mañán cuenta que el bebé o el niño pueden tener dengue cuando manifiestan fiebre alta, irritabilidad y falta de apetito. “En la Maternidad hemos visto casos de neonatos de pocos días que fueron picados por el mosquito infectado”, detalló. “Un bebé también puede nacer con dengue si su mamá está enferma; se llama dengue congénito”, aclaró.

Fiebre, cefalea, dolor retroocular, vómitos, diarrea, dolor abdominal, molestias en todo el cuerpo. Estos son síntomas del dengue, una enfermedad que no da dolor de garganta ni otros problemas respiratorios. En la mitad de los chicos, según el pediatra, aparece erupción cutánea. Y en uno de cada tres menores suele dar hemorragia; generalmente es un sangrado por la nariz o por la boca.

“Vemos al niño que está decaído o, por el contrario, irritado. La principal complicación en los chicos es porque, al tener fiebre, dolor corporal y malestar general, ellos no quieren comer ni tomar agua, y se pueden deshidratar. Por eso la consulta es tan importante”, explicó López Mañán.

“Estamos viendo casos de deshidratación y mucha fiebre; también vómitos, sangrados y dolor abdominal persistente. Todos esos son signos de alarma a los que los papás tenemos que estar atentos y buscar ayuda urgente; el tratamiento a tiempo reduce los riesgos de dengue grave”, remarcó.

Dengue hemorrágico

A algunos pacientes se les piden análisis de laboratorio para evaluar las plaquetas, los glóbulos blancos y que no haya daño hepático, o lo que se conoce como hepatitis por dengue. “Aunque no es frecuente el dengue grave, con hemorragias severas, lamentablemente puede ocurrir entre los niños”, alertó. Y precisó que este cuadro se ve más en los adolescentes.

Para concluir, en este momento de brote, aconsejó a los papás poner repelente en forma contínua a los chicos. “Ellos son el grupo más expuesto a las picaduras del mosquito porque salen, están en los patios y jardines de las casas, y no son conscientes de los cuidados que deben tener”, remarcó.

Síntomas en los más chicos

El dengue se puede manifestar con fiebre alta, falta de apetito, irritabilidad y somnolecia.

A la mitad de los chicos les puede salir manchas rojas en la piel. Dos de cada tres menores pueden tener sangrado.

Los signos de alarma a los que hay que estar atentos: vómitos frecuentes, dolor abdominal intenso, mareos o desmayos, dificultad para respirar y sangrado nasal o por las encías.

Las principales complicaciones son la deshidratación,  la hemorragia y el shock hipovolémico.

La epidemia: en los hospitales hay 100 pacientes internados

Solo entre la capital y Lules se han notificado 10.000 casos en el marco de la epidemia de dengue que castiga a nuestra provincia y que ya suma más de 14.000 contagios este año. Además, según informó ayer el Ministerio de Salud, hay dos pacientes que se encuentran en estado de gravedad, mientras que en total hay más de 80 a 100 personas internadas en el sector público. No obstante, se aclaró que en la mayoría de los casos son pacientes que están fuera de peligro, solo que por prevención -tienen factores de riesgo o plaquetas bajas- están hospitalizados. En el hospital de Niños hay cinco internados en sala de clínica, estables, remarcaron. Oficialmente se notificaron nueve muertes.

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