Piñón Fijo hace un show para los niños de todas las edades

“Este va a ser un show para todos los niños y niñas, aunque ya tengan 30 años largos porque ellos fueron testigos de todas las fiestas que hicimos en este teatro y que ahora traen a sus bebotes disfrazados. Tíos, madrinas, padrinos, abuelos, todos están invitados”, dice Piñón Fijo desde la platea del Mercedes Sosa (San Martín 479), donde se presentará esta tarde a las 18, con entradas 2x1 para los socios de Club LA GACETA.

El payaso cordobés está de festejo: cumple 33 años sobre los escenarios y su espectáculo será un repaso de sus mejores rutinas y canciones. “En este tiempo sucedió algo mágico y hermoso, que nunca soñé cuando en noviembre de 1989 me pinté la cara por primera vez para actuar en la calle y pasar la gorra. En un mundo tan difícil, duro, agresivo, vanidoso y violento, pude transcurrir con un traje vistoso y una sonrisa y ser testigo de la alegría de muchas infancias. Me siento un privilegiado; agradezco ese milagro de haber hecho felices a muchos siendo feliz uno mismo”, afirma en la cámara de LG Play.

“Niño interior”

A la pregunta de hasta qué edad se es payaso, responde con la letra de una canción: “que el escenario me tiña las canas”. “Ya lo está haciendo -ríe-, este oficio no tiene fecha de vencimiento mientras esté vigente el niño interior que todos tenemos. Está garantizada la entrega. Obviamente que de este trabajo hay familias que mantiene sus hogares y muchos intereses, pero la materia prima es lo lúdico. Todas las mañanas me levanto pensando qué nueva canción o payasada voy a inventar. La inspiración nace del juego. Siempre persigo ser feliz para poder hacer reír a los otros; si fuese un peso no podría contagiar nada”.

Algunas de esas nuevas composiciones estarán en la función de hoy, junto con las más conocidas. “Vamos a hacer un mix, tenemos mucho material que queremos compartir y quizás hagamos una trampita para que entre todo”, confiesa.

Su propia carrera fue contemporánea del nacimiento y expansión de las redes sociales. “Me ponen muchos testimonios en mis sitios, te cuentan cosas lindas y otras duras, en momentos en que mis temas fueron la banda sonora. Mucha ternura, calidez y cariño, y un agradecimiento desmedido porque soy yo el que agradece”, concluye.