“Habíamos empezado a notar con nuestras trabajadoras sociales que aumentaban los pedidos de eximición del coseguro; veíamos, en las visitas a los afiliados, que bajaba cada vez más el nivel de adquisición de las familias. Notamos que el afiliado dejaba de operarse o posponía su cirugía y se le complicaba el cuadro, o iba al sector público y ocupaba camas allí y después, el sector público tenía que alquilar camas en lo privado... Comenzamos a ver, además, el endeudamiento de los pacientes por las cirugías: nos decían ‘doctora, he vendido el auto’ o ‘he sacado un préstamo’. Todo eso nos planteó la necesidad de ir más allá del Programa Médico Obligatorio (PMO) y garantizar las internaciones clínicas y quirúrgicas cubiertas al 100%”, explicó a LA GACETA Mariana Uasuf, subinterventora del Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán (Ipsst).
Lo que sucede es que, desde el 1 de mayo, la cobertura de todas las internaciones y cirugías convenidas en clínicas y sanatorios está en su totalidad a cargo de la obra social. Esta medida -que incluye gasto sanatorial, prestaciones accesorias, honorarios médicos, medicamentos y monitoreo intraoperatorio- deja en el olvido el ‘famoso’ coseguro del 20 % que había que abonar. La medida beneficia a más de 300.000 tucumanos, aproximadamente el 95 % de los inscriptos; el 20% de pago en la prestación seguirá presente sólo para los afiliados en reciprocidad de servicios (que hagan sus aportes sociales en otras provincias) y para los afiliados voluntarios.
La medida -comentó la médica a cargo- empezó a gestarse en 2019 y por la pandemia se detuvo. Con el volumen de las internaciones por Covid, esta metodología fue probada más tarde, pero restringida a esa afección. “Hace poco decidimos volver con el proyecto -indicó-; esto va a tener un importante impacto en el bolsillo del afiliado. Cuando uno se interna, ya con un cuadro de enfermedad que lo torna vulnerable, está angustiado, muchas veces con un cuadro complicado y encima preocupado por la deuda que estás dejando a tu familia o que te que te queda. Esto es algo histórico”.
Paso a paso
La novedad fue anunciada recientemente en conferencia de prensa, con la presencia del ministro de salud Luis Medina Ruiz, que la definió como una “excelente noticia, en este momento económico nacional, para el afiliado”. “Antes tenías que venir acá (a la sucursal central, de Las Heras 530). Traías tus estudios, tus pedidos médicos, pagabas el coseguro y te ibas con todas tus órdenes listas. Ahora, el proceso es en línea: salís del consultorio y vas a la administración del sanatorio. Le das todo al empleado y ellos hacen todos los pedidos; se hace la auditoría en línea y acá se autoriza o no”. Ese es el proceso para las cirugías e internaciones programadas; sólo tendrás que llevar el DNI y el pedido de cirugía.
En el caso de las urgencias, el paso a paso cambia: el afiliado deberá acudir al centro de atención con su DNI y deberá abonar solamente la consulta de urgencia, en concepto de copago (el valor actual es de $ 300). En caso de ser luego derivado a cirugía o a internación, el sanatorio se encargará de generar y enviar a la obra social la carpeta sanatorial con los bonos correspondientes a la cirugía. Además de la cobertura total, también se trabajó en la digitalización de todo el proceso. “Es importante decir que hemos podido llegar a un trabajo como este, detrás del mostrador, que permite que ahora el 90 % de los trámites sean de forma virtual”, advirtió Sergio Venegas, también subinterventor del Ipsst y advierte: “ no hay que dejar depósito, ni declaración jurada, ni boleta de sueldo ni de servicio, y no tenés que presentar nada más que el DNI. No hay que firmar nada más que el consentimiento”.
No, a los cobros ilegales
Con la llegada de la cobertura total, los lectores de LA GACETA hablaron sobre los cobros no autorizados (mal llamados plus), aún en las internaciones. “Los sanatorios muchas veces se aprovechan de la vulnerabilidad del paciente”, dijo Venegas, y Uasuf completó la idea: “muchas veces se aprovechan de los pacientes y dicen ‘el Subsidio paga tarde’ o ‘esto no lo cubre la obra social’. Y ahí es cuando el afiliado se da vuelta y empieza a pedir plata; saca sus ahorros, pide o se endeuda”. La cobertura -advirtieron eufóricamente ambos encargados- es total.
“Lo más importante de esta medida es el impacto que va a producir en el beneficiario; éramos rehenes de los cobros indebidos, de esos depósitos, de esos pagarés en blanco -consideró Uasaf-; muchas veces te dicen ‘tenés que pagarle al anestesista’, pero ellos son empleados del sanatorio, y sus honorarios están incluidos en el gasto sanatorial, cubierto por la obra social”. Nos ha pasado de que el día antes de un parto, a las embarazadas se les pida un pago de $ 150.000. ¿Qué vas a hacer? ¿buscarte un nuevo ginecólogo 24 horas antes de dar a luz?... Lo que hace falta es darle más información al paciente”.
La manera de combatir este tipo de infracciones -resaltó Venegas- es denunciando. “Se naturaliza, sí, pero eso no quita que sea un delito, en el que hay un delincuente. Por eso animamos al afiliado a que cuando se presente una situación así, lo denuncie, para que el Instituto tenga las herramientas para hacer una investigación y para comprobar ese hecho delictivo”. Aunque destacaron que no es responsabilidad de ellos el control de estas irregularidades (advirtieron que la tarea le corresponde a la Dirección General de Fiscalización Sanitaria del Siprosa), el Subsidio de Salud recibe denuncias en todas sus redes sociales.