El público fanático del rock más puro y visceral sabe que los conciertos de Divididos nunca decepcionan. El trío que integran el guitarrista y cantante Ricardo Mollo, el bajista Diego Arnedo y el baterista Catriel Ciavarella, se presentará esta noche en el Club Central Córdoba (avenida Alem 730). Se prevé que las puertas abran a las 19.30.
El recital se inscribe el los festejos de los 35 años del grupo, que ya actuó en San Juan, Catamarca, Comodoro Rivadavia y Trelew, más la edición uruguaya del Cosquín Rock. En mayo estuvo en Santiago de Chile y en el Estadio de Vélez. Ahora es el turno del Norte, con conciertos en Salta y Tucumán (donde su última presentación fue hace tres años).
A principios de marzo la banda participó de la Fiesta de la Cosecha, en Mendoza, un evento donde estuvieron acompañados por la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Cuyo. Fue la primera vez que Divididos hizo versiones sinfónicas de sus propias canciones. La banda fue compartiendo en la previa videos de cómo iban charlando con los arregladores y con el director, coordinando entre todos estas novedosas interpretaciones. Fue transmitido por televisión abierta para todo el país, con gran repercusión en el público.
Para julio tienen programado tocar en el exterior. La gira europea prevé conciertos en España, algunos en el marco del Festival Dale Argentina.
Larga lista de éxitos
Con una discografía de nueve álbumes de estudio y otros cinco en vivo, Divididos cuenta con una larga lista de temas para seleccionar en cada recital y sus actuaciones, con frecuencia, suelen extenderse durante tres horas.
Algunos de los temas infaltables son la versión de “Enciende mi fuego” de The Doors, de su primer disco “40 dibujos ahí en el piso” (1989), y otros incluidos en su segunda placa -“Acariciando lo áspero” (1991)-, como “El 38”, “Ala Delta”, “Sisters” y una versión del clásico de Jimi Hendrix “Voodoo Child”.
El mayor éxito del segundo disco del grupo -“La era de la boludez” (lanzado en 1993)- fue el tema “¿Qué ves?”, junto con una versión de la canción folklórica “El arriero”, de Atahualpa Yupanqui.
Otros temas emblemáticos fueron registrados en “Gol de mujer” (1998): una versión del poema inédito de Yupanqui “Vientito de Tucumán” y una canción en homenaje al fallecido cantante de Sumo llamada “Luca”.
En el siguiente álbum -”Narigón del siglo” (2000)- está la canción “Spaghetti del rock”, que fue elegida como la mejor de la década en una encuesta realizada por la revista Rolling Stone.
En 2002 editaron “Vengo del placard de otro”, que incluye una versión del tema “Despiértate nena” de Luis Alberto Spinetta y una canción de folclore grabada en vivo: “Guanuqueando” de Ricardo Vilca.
En 2005 la banda recibió el Premio Konex de Platino como la mejor banda de rock de la década, por sus últimos cuatro discos, junto a los Redondos.
Tras un paréntesis de ocho años, en 2010 lanzaron su octavo álbum de estudio, “Amapola del 66”, con el que ganaron el premio Gardel de Oro, y en 2018 editaron “Haciendo cosas raras”, que es la regrabación de su primer disco.
En enero de 2022 la banda publicó en las plataformas digitales “Experiencia 432 (Bulín Finoli)”, un álbum que grabaron junto a Gillespi, músico, humorista y presentador argentino, en el que realizaron nuevos arreglos y una innovadora propuesta sonora de grandes clásicos como “Mañana en el Abasto”, “Dame un limón” y “Paraguay”.
En una reciente entrevista radial, Ricardo Mollo recordó aquel fatídico día de 1987, cuando ocurrió la muerte de Luca Prodan, el músico italiano líder de la banda Sumo. Al disolverse ese grupo, nacieron las bandas Divididos y Las Pelotas.
“Fue en ese momento de desazón total y tránsito del duelo, que en un momento empezamos a tirar nombres y no sé por qué llegamos a Divididos, quizás un poco por eso de lo que dejó la partida de Luca, la dispersión de todo Sumo”, comentó Mollo sobre el origen del power trío.