Cartas de lectores: voces silenciosas

25 Junio 2023

Qué triste escuchar hoy las voces oportunistas de los personajes que tanto mal le hicieron, le hacen y le seguirán haciendo al país, condenando los gravísimos hechos acaecidos en la hermana provincia de Jujuy. Son las mismas voces que en diciembre de 2013, mientras Tucumán estaba en llamas, abandonada a merced de los delincuentes, callaron con tanta fuerza que el silencio se volvió ensordecedor. En Plaza de Mayo, a la cabeza de ese silencio, alegre y bullanguera festejando los 30 años de una democracia que aquí se caía a pedazos, estaba la inefable Cristina Fernández de Kirchner, tocando el tambor y bailando, rodeada de una runfla de obsecuentes que le seguía el ritmo. La gente cantaba, y de la mano de un reconocido artista, le pedía a Dios que el dolor no le fuera indiferente. A la misma hora, en Tucumán, el dolor atravesaba el alma de miles de tucumanos olvidados y violentados. En la provincia mandaba el kirchnerismo, con “el mejor gobernador de la historia de Tucumán”, don José Jorge Alperovich, acompañado, sin excepción, por todos los que actualmente conducen los destinos de esta detonada tierra, quienes no solo aportaron silencio en ese entonces, sino también una extraordinaria ineptitud para resolver un conflicto policial que tranquilamente se podría haber evitado. Ése triste diciembre arrojó un saldo de 13 muertos, según cifras no oficiales, y miles de empresarios, comerciantes y trabajadores saqueados y en la ruina. Un pueblo asaltado por los delincuentes, primero, y reprimido por el gobierno, después. Nunca se deslizó la posibilidad de una intervención federal; ni siquiera hubo un simple tuit presidencial que le dijera al gobernador de turno que se haga cargo de la situación, y que pare con la locura represiva. En síntesis, la hipocresía política imperante no es el camino que nos hará salir de la tétrica situación en la que nos encontramos. Acompaño las demandas y los reclamos de los pueblos originarios, de los maestros y del personal de la salud de Jujuy, no así las formas, claramente adoptadas por facciones violentas ajenas a los mismos. Ruego a Dios que reine la paz nuevamente, hay que parar con esta locura, adoptar el diálogo, porque sea cual sea el color político que llegue al poder, los años que se avecinan son harto difíciles para cualquier ciudadano de bien que ame su país. Vos, ¿amás el tuyo?

Leandro Francisco Merin

Crisóstomo Álvarez 1.075 - S. M. de Tucumán

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