¿Por qué siguen los contagios de dengue aunque es invierno?

El descenso de la temperatura es determinante para que bajen los casos. Sin embargo, el mosquito Aedes aegypti sigue circulando y se puede adaptar al cambio de clima en algunas regiones

PREOCUPACIÓN. Las autoridades están observando con inquietud que pese a las bajas temperaturas la enfermedad no cesa. PREOCUPACIÓN. Las autoridades están observando con inquietud que pese a las bajas temperaturas la enfermedad no cesa.

El clima es, de acuerdo a los expertos, un factor determinante para el avance del dengue, enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Se sabe que el frío mata al insecto y por eso en el invierno tucumano nunca habíamos tenido casos de esta patología. Hasta ahora.

A pesar de las bajas temperaturas que se han registrado este mes, el virus del dengue sigue presente y la situación preocupa a las autoridades. En la última semana se registraron 721 contagios, de acuerdo al último informe oficial del Ministerio de Salud.

Así las cosas Tucumán se acerca a los 40.000 casos este año, una cifra que enciende todas las alarmas (hasta el lunes fueron notificados 38.536 contagios). Si tenemos en cuenta que en la anterior epidemia (en 2020) se registraron 7.806 personas infectadas, en 2023 se multiplicaron por cinco la cantidad de tucumanos afectados.

Aunque la curva de contagios está en descenso desde hace varias semanas, no paran de registrarse casos. “Esto es bastante atípico para esta época del año. Es algo que nos preocupa y nos ocupa”, analizó Julieta Migliavacca, titular de la Dirección de Salud Ambiental.

El organismo que dirige realiza distintos a diario operativos de bloqueo por los casos de dengue que se reportan en el sistema de salud. Según detalló, actualmente hay contagios en el Gran San Miguel de Tucumán. Los agentes sanitarios recorrieron en los últimos días los barrios Echeverría y Viluco, ejemplificó.

¿Qué pasa?

“¿Es normal que todavía haya casos de dengue? ¿Cuándo creen aproximadamente que se dará por terminada la epidemia?”, le consultamos a la la directora de Epidemiología del Siprosa, Romina Cuezzo. “Si bien aun se notifican casos nuevos, la curva muestra un marcado descenso con respecto a semanas previas y actualmente existen departamentos (sobre todo en la zona sur de la provincia) que ya no registran casos activos. Es posible que se sigan identificando contagios, porque se refuerza la vigilancia epidemiológica clínica y por laboratorio. El final de una epidemia se mide en función de diferentes indicadores; entre estos, y dado que dengue no es una enfermedad endémica en nuestra provincia, se considera que la epidemia termina cuando dejan de identificarse casos nuevos por al menos dos semanas consecutivas”, explicó.

En la actualidad, el porcentaje de casos activos ha disminuido a menos del 1%, precisó. “Es importante reforzar las medidas de prevención; dentro de estas la más importante es evitar la presencia de criaderos del mosquito vector de esta y otras enfermedades virales. Estas acciones deben sostenerse durante el invierno para afrontar mejor futuras temporadas”, sostuvo. Por otro lado, como todavía hay personas infectadas, recomendó que toda persona que inicie con síntomas de sospecha de la enfermedad debe asistir a un control de salud, para definir si se trata de un caso de dengue o establecer diagnósticos diferenciales.

El ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, señaló que a pesar de que estamos en invierno sigue habiendo infectados con dengue. “Por el cambio climático, fundamentalmente, hay aún temperaturas altas. Al haber aún pacientes positivos, sube un poco la temperatura, los mosquitos pican y se mantiene la situación epidémica. Creemos que estamos en las últimas semanas. Al no haber vacuna lo que debemos hacer es erradicar todos los criaderos de mosquitos que podamos tener en nuestra casa o alrededor”, insistió.

Investigaciones

Distintas investigaciones han demostrado que las variaciones en la temperatura no implican que el mosquito desaparezca. El Aedes aegypti tiene una gran capacidad de adaptación a las condiciones propias del lugar donde está viviendo. E incluso en algunas localidades donde hace más frío las poblaciones de insectos sacrifican el tamaño de los adultos para completar más ciclos de desarrollo a lo largo del año.

Por eso es esencial trabajar durante el invierno para eliminar los criaderos. Aunque hay menos insectos que durante el verano, no dejan de estar presentes: suelen resguardarse dentro de los domicilios, donde están protegidos de las precipitaciones y con una temperatura más cálida que puede permitirles alimentarse y seguir con su ciclo reproductivo y de proliferación, según remarcó Giselle Rodríguez, docente e investigadora del Instituto Superior de Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT.

Ante esta situación, los expertos que realizan tareas de bloqueo en los barrios recomiendan que las fumigaciones se hagan adentro de las viviendas. “Por la baja de temperaturas que hemos registrado, el control químico es más importante en el interior de las casas porque los mosquitos adultos están más resguardados del frío allí”, explicó Leandro Medina Barrionuevo, de la sección Control de Vectores de la Dirección General de Salud Ambiental.

No obstante, Barrionuevo confía en que los días más fríos que vendrán provocarán que el ciclo del mosquito Aedes Aegypti se corte (se calcula que debajo de los 15 grados no sobrevivirá). El funcionario recordó a la población que hay que evitar los recipientes que puedan acumular agua, porque son los espacios donde el mosquito colocará sus huevos y a futuro, cuando vuelva la primavera y la temperatura eleve, serán reservorios.

A nivel nacional también es la peor epidemia de dengue que ha ocurrido en toda la historia de Argentina. Se registró un récord de 122.854 casos desde enero pasado y Tucumán es la provincia más afectada.

También se han producido 65 muertes durante 2023. Esa cifra incluye a nueve fallecidos en nuestra provincia. En 36 pacientes fallecidos se registraron una o más comorbilidades siendo las más frecuentes obesidad, diabetes y enfermedad neurológica crónica, mientras que 18 casos no poseían comorbilidades y en 11 no se registraron datos.

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