Por Daniel Salvador
19 Julio 2023
ZONA DE COMERCIALIZACIÓN. San Martín al 700, donde confluyen las sucursales bancarias, las casas de cambio y los “arbolitos” y las “cuevas”. la gaceta / foto de analía jaramillo
La esencia argento de los argentinos tiene en un dicho popular una suerte de carta de presentación al mundo: “hecha la ley, hecha la trampa”. Y como en un barco que trata que navegar en cualquier mar, el argento se muestra creativo ante todas las dificultades convencido de que la solución a sus intereses llegará con el despliegue de su destreza, aunque no sea el ciento por ciento de lo planificado. O lo tenga que atar con alambres.
Paara tener más clara la situación de lo que se habla, vaya como ejemplo lo que sucede con el mercado cambiario argentino, donde abundan los tipos de cambio de dólares como si hubiera cada uno para cada circunstancia, o una diferenciación ante cada necesidad.
La realidad nos supera y no es como la de muchos países, donde el valor de cambio del dólar es uno solo para todas las transacciones. Por caso, en Australia cotiza en un porcentaje apenas superior que el dólar australiano, pero el estadounidense no es tan requerido en ese mercado o en la circulación, como ocurre también en Brasil, país vecino y socio del Mercosur.
NO VALE 100. Este es el dólar “cara chica”, que está devualuado.
En la década del 90 fue la primera vez que se recuerde que la paridad con el dólar fue “uno a uno” en la Argentina.
El ahorro
Sin embargo, en la Argentina está arraigada la idea de que la mejor forma de ahorrar es el dólar, a pesar de las épocas en que “el que apostó al dólar perdió”. En resumen, se impuso tan ciegamente el incentivo de “ganar una rápida diferencia”, que a medida que se imponían restricciones oficiales a las compras apareció el mercado paralelo con” cuevas” de ventas y valores diferenciados. Luego fue el mismo Gobierno el que generó un arco iris de tipos de cambio, hasta llegar a la fecha con unos 14 “ejemplares” y con posibilidades de llegar a 15, si prospera el pedido de los bodegueros mendocinos, para un “dólar Malbec” para poder exportar.
SIN PROBLEMAS. Esta es la anterior emisión de los “cara grande”.
El listado comienza con los dólares oficial y mayorista, y sigue con los dólares “blue”, Qatar, Ahorro, Contado con Liqui, Mep, agro, soja, Coldplay, Netflix, turista, para servicios en el exterior, futuro, Cedears, cripto y para la compra de artículos suntuarios.
La picardía argento
Pero la picardía argento no termina acá. Traspasa la línea informal y genera sus propias reglas, siempre en beneficio de los intereses del “cuevero”. En Tucumán, como en el resto del país, también “hay diferenciales” en la compra de los billetes estadounidenses de la misma denominación.
En el relevamiento que LA GACETA realizó consultando a los “arbolitos” (personas que compran y venden y vocean el “cambio”) de la City tucumana, las revelaciones llevaron a varias sorpresas. Estos compradores ocupan mayoritariamente la vereda Norte de la calle San Martín al 700. Son desconfiados y ponen caras de “yo no fui” cuando alguien se les acerca.
APROBADO. Este es el dólar “cara grande” de las últimas emisiones.
Todo empieza así. Si el mercado cambiario nacional está tranquilo y la cotización a la baja, solamente compran. Por el contrario, si el valor crece y sube, compran y venden.
No son pocos los “clientes” que atienden y la polémica de la “transacción” comienza con el “real valor blue” de los billetes de U$S 100. Si la imagen de Benjamín Franklin tiene “cara chica”, el valor es menor. “Por ejemplo, si cotiza a $ 500 le pagamos $ 480. Otros pagan menos”, reveló el joven consultado. “Los ‘cara grande’ se pagan según la cotización del día”, afirmó, mostrando en su celular los tres billetes. En la City porteña ocurre lo mismo, cuando en rigor todos las denominaciones tienen total validez.
EN LA CITY. También están devaluados billetes de baja denominación.
Y como dirían los argento que suben a vender en los colectivos, “y por si esto fuera poco…”, vino la última sorpresa. “Qué pasa si tengo para vender unos U$S 500, todo en sencillo, hasta con billetes de U$S 1?, se le consultó al “arbolito”. “También tiene un precio diferencial, como los ‘cara chica. Algunos no lo compran, porque es difícil para nosotros poder cambiarlos”, advirtió.
Conclusión: como dicen los economistas sobre el dólar, “es una moneda dura”, pero para nosotros no resiste cualquier tipo de especulación.
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