n día del jubilado
Este 20 de septiembre se celebra el Día del Jubilado y nos enviamos saludos y esperanzas de vivir algunos años más en felicidad con la familia porque ningún político nos tiene en cuenta en sus funciones o actos de gobierno, salvo ahora que, curiosamente, en estos tres últimos meses de campaña política, quieren seducirnos para que los votemos anunciando que nos pagarán, no a todos, un dinero extra de 15.000 pesos mensuales. Obviamente, los que reciban esos dineros dirán “bienvenidos”, a sabiendas de que al cuarto mes van a seguir peor que antes. Leer en LA GACETA de supuestos actos y medidas de Gobierno para que “el pueblo” se beneficie y que no se concretan. La mejor o peor prueba es la Ley Nacional de jubilaciones N° 24.018, promulgada por el presidente Carlos Menem en 1991 y actualizada por Eduardo Duhalde en 2002, que dispone “los Presidentes Argentinos cobrarán una asignación mensual vitalicia equivalente al sueldo de un Ministro de la Corte Suprema de Justicia y para los Vicepresidentes será las tres cuartas partes de dicha suma”; el Art.4° dispone “al fallecimiento, el derecho acordado a titular se extenderá a la viuda o viudo”. Es por ello los ex presidentes o vices, sin importar el tiempo en sus funciones, perciben hoy sueldos millonarios. Tal vez lo más irritativo e injusto es que se acumulan sueldos de presidente y de vicepresidente, y el caso de Adolfo Rodríguez Saá que asumió como Presidente provisorio desde el 23/12/2001 hasta el 30/12/2001, por siete días y cobra el sueldo millonario de ex presidente. Nadie ignora en nuestro país el importe del miserable sueldo de la gran mayoría de los jubilados, de las trabas y/o rechazo a la pensión de quien considere que le corresponde al fallecimiento del titular. Pido disculpas si se me fue la mano al escribir esta carta; pienso y sufro por los pocos jubilados de mi época todavía con vida y de los nuevos jubilados que peregrinan buscando trabajo en lo que sea. Estoy seguro de que ningún político nos enviará un saludo, ni pensar que nos vayan a decir “suerte y larga vida”.
Ángel Ricardo Salguero salgueroricardoangel@gmail.com
n colectivos en tucumán
Una vez más, los empresarios de las líneas de colectivo nos manejan a su antojo de acuerdo a su modalidades y los que ellos ven conveniente, obviamente para ellos. Ahora informan que dejarán de circular 4 horas por día, todos los días, si tenemos en cuenta que actualmente sin esta medida, ya estamos con un servicio que nos condiciona a viajar con asientos rotos, sucios, ventanillas que no se abren o no se cierran, con algunos choferes que manejan con tal brutalidad como si no llevaran pasajeros. Exceden la cantidad de pasajeros en cada unidad, llegando a llevar a la gente hasta el borde de las puertas, y el chofer dando el grito de “¡pasen al fondo!”, cuando ya no hay espacio suficiente. Todos los días viajo a con mis hijos a la escuela, y sus como yo muchas otras mamás que tienen que pasar por todo esto. ¿Es que acaso no tenemos derechos, no podemos frenar esto, por qué pueden decidir y hacer lo que ellos creen correcto para ellos? Es increíble ver cómo hoy estamos viajando, en estas condiciones, lo que será ahora con menos líneas en la calle. ¿Cuáles son nuestros derechos?, vuelvo a preguntar. ¿Podemos reclamar al chofer y pedir que deje de sobrecargar la unidad? ¿Acaso no se dan cuenta de que los niños no pueden viajar así, que en el medio ni atrás no tienen cómo agarrarse, porque no llegan a las barandas del techo del colectivo y ya no hay espacios es las de los asientos porque están todos apretados? En temporada de calor se les hace muy difícil hasta respirar en medio del colectivo. Entonces, señores empresarios, exigen a los choferes la venta del pasaje pero nosotros los pasajeros no podemos seguir permitiendo que sigan sobrecargado la unidad. Digamos basta y también pongamos condiciones si merman la circulación esto será peor aún; menos unidades en la calle, más gente esperando el colectivo y necesitando viajar. No podemos seguir así. Tenemos derechos, estamos pagando el servicio, no pretendo ir como si fuera en auto pero tampoco como animal.
Fátima Verónica Flores veronicaflores0401@gmail.com