Responsabilidad compartida

La noticia de LA GACETA, “Habría unos 1.500 ocupantes ilegales en el parque de la UNT” (19/09), habla del deterioro del cuidado del preciado tesoro del Gran San Miguel de Tucumán que es la sierra de San Javier, anillo protector de una población en la que vive el 70% de la provincia .Ya lo anticiparon los estudios multidisciplinarios de la Facultad de Arquitectura de la UNT a través del Departamento de Urbanismo. Estudios financiados por el BID, que nunca fueron publicados, con la dirección del arquitecto Héctor Bomba, donde tuve el honor de participar. En dicho enjundioso estudio se planteaba ya a principios de este siglo la fragilidad del ecosistema, desde Lules hasta Tafí viejo, y que comprendía toda la sierra perteneciente a la UNT. El mapa en colores publicado el martes 19, ilustra la gravedad del problema. Hemos publicado varias notas en este mismo medio distintos aspectos del proceso tanto en territorio universitario como en el resto de la sierra perteneciente al Gobierno provincial y las jurisdicciones municipales y comunas rurales .La fragilidad del arco serrano se encuentra en grave riesgo, no solo por los “ocupantes ilegales” o directamente usurpaciones, desmontes prohibidos, construcciones fuera de toda línea de edificación, etc. Hay que comprender que está en juego y en peligro todo el ecosistema del área conocida como el Gran Tucumán. De allí que, entendemos, cobra necesidad que entre la UNT y el gobierno provincial establezcan acciones comunes de protección. Como ejemplo puede preguntarse: ¿cómo pueden protegerse las miles de hectáreas de la sierra con guardaparques que no tienen medios de movilidad adecuados y bastones para impedir los abusos? Resulta imprescindible, a nuestro entender, la instrumentación de medidas de protección entre ambos propietarios, prevista en un “Convenio de asistencia recíproca“ que se suscribió a principios de este siglo entre la UNT y el Gobierno de la Provincia, marco legal que permitiría, entre otras actividades inherentes a la protección de la sierra el cuidado de la integridad a través de una Policía Rural que posea los medios necesarios para evitar las usurpaciones, desmontes y demás daños que suceden todos los días. Pueden existir muchísimos medios colaborativos en materia ambiental control de los desbordes de ríos y arroyos y transformar la sierra de San Javier en un verdadero laboratorio científico que incluya la fauna y la flora nativas, como un gigantesco escenario de la cultura de la provincia.

Benito Carlos Garzón

EstudioGarzonyAsoc@hotmail.com