Las elecciones nacionales 2023 están dejando múltiples lecciones relacionadas con la formación, el conocimiento, la lectura, la lingüística, la ciencia política, la economía y la cibernética, que útilmente sintetizadas pueden convertirse en explicaciones imperecederas para estudiantes de los diferentes niveles en toda la república. Básicamente, está la lectura de la Constitución Nacional, como las de cada una de las provincias, conjuntamente con la ayuda de un buen diccionario, para comprender, por ejemplo, los artículos 37, 96 y 97, relacionados con el voto y la segunda vuelta (porque no usa el vocablo francés ballotage o la castellanización balotaje). Sobre el presupuesto general de la república, aprobado en el seno del Congreso, que no puede ser modificado por la decisión del Jefe de Estado o de cualquier ministro. Que la imagen del más alto Magistrado de la Nación no puede ser mellada por otro ministro ni mucho menos cualquier ciudadano por el hecho de representar a todo el pueblo y que sólo él puede presidir una ceremonia oficial, salvo fuerza de ausencia o enfermedad. Una nación (a mi entender) tiene tres instrumentos básicos representativos: La bandera, el himno y su moneda, a los que tenemos que respetar en todo tiempo y lugar, evitando la devaluación por causas naturales o injerencias. Que la esencia de la economía de un hogar se fundamenta en la ganancia mancomunada de sus miembros, dedicando el famoso “diezmo” (10%) como capital intangible destinado a solucionar préstamos para situaciones excepcionales incluyendo la salud, lo mismo que ha de hacer un gobierno para salvaguardar los intereses de toda la nación, dado que sus miembros “se ofrecieron” para esos cargos y no fue el pueblo que los convocó. El DNI es el documento que nos acredita como ciudadanos teniendo como fundamento la Carta Magna, la misma que nos “obliga” cumplir con las tareas que ella consigna como un imperativo de conciencia. En consecuencia, no cabe en la mente las doctrinas de “neutralidad”, destinada al ámbito internacional, la misma que sólo la ejecuta el Ejecutivo con la anuencia del Congreso, y la de “abstención”, que está destinada a los miembros del Parlamento. Para la segunda vuelta no es posible, entonces, dirimir entre el turismo y la votación. El hacerlo es anticonstitucional y un mal ejemplo para los descendientes, sin importar la edad y el género, salvo que la enfermedad o la distancia lo exijan. El cimiento de una gran nación está en el hogar, que es donde, precisamente, se refunde el desarrollo y progreso de una nación, en donde ni siquiera es posible un adoctrinamiento, dado que ningún padre tiene la capacidad para conocer el verdadero potencial mental de sus hijos.

Fernando Sotomayor

J. B. Alberdi 139

San Miguel  de Tucumán