Los productos de primera necesidad dieron un salto en sus valores del 100% sin explicación alguna; como lo vengo sosteniendo desde hace tiempo estas maniobras especulativas se llevan a cabo sin control del Estado en perjuicio del consumidor. Los comercios de barrios tendrán que imponer nuevos precios que sin dudas serán del reclamo de muchos ya que sus proveedores indicaron los nuevos precios para las ventas minoristas; las gaseosas de primera marca aumentaron entre $500 y $700, los aceites el doble, al igual que las pastas secas y otros. El causal de este estrepitoso manejo, mejor dicho desmanejo, se debe pura y exclusivamente a la intención de ganar por encima de la consideración ciudadana y su economía. Del viernes pasado hasta el lunes feriado la economía no sufrió ningún síntoma que repercuta en los precios; sin embargo las firmas de importancia fueron voraces y hasta malintencionadas.
Williams Fanlo
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