¿Oposición o dialoguismo? La Casa de Gobierno puede recurrir a los fríos números para refutar las críticas del antimileísmo por el apoyo parlamentario a ciertas medidas de La Libertad Avanza.
Sucede que Tucumán cierra 2026 -el segundo año de gestión de Javier Milei- a la cabeza del ranking nacional de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), una herramienta estratégica para la asignación discrecional de recursos del Estado a las provincias.
En este período (2024-2025), la Casa Rosada remitió al gobierno que conduce Osvaldo Jaldo un total de $41.500 millones, según los datos de la Subsecretaría de Presupuesto de la Nación (dependiente del Ministerio de Economía) recolectados por el sitio especializado Chequeado.com.
El podio se completa con Misiones ($32.000 millones durante la administración de La Libertad Avanza) y Entre Ríos ($25.800 millones). Más atrás aparecen otros dos distritos del grupo dialoguista: Salta ($25.000 millones) y Catamarca ($20.500 millones).
Al margen de liderar este listado, Tucumán ostenta un récord: fue la provincia más beneficiada con un único ATN desde la asunción de Milei. Se trata precisamente del último envío, de $20.000 millones, girado a principios de diciembre por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Esta cifra representa prácticamente la mitad del total recibido por esta provincia en los últimos dos años.
Si bien Tucumán no había llegado a la cima del ranking, sí había estado entre las jurisdicciones beneficiadas por este mecanismo. De hecho, en 2024 había terminado en el tercer puesto, con $6.500 millones, sólo detrás de Misiones ($13.000 millones) y Entre Ríos ($6.800 millones).
Al margen de las especulaciones por el destino dado a esas partidas durante la gestión de Milei, el propio Jaldo advirtió en una nota reciente con LA GACETA que los ATN “no son un premio, ni se compran nada”. “Son recursos de las provincias que son administrados por el Gobierno nacional. Entonces, cuando se transfiere un Aporte de esta naturaleza, está devolviendo la plata que le corresponde a cada provincia”, afirmó el mandatario en un informe publicado el domingo pasado. Aclaró a su vez que la partida de $20.000 millones está enmarcada en la Ley de Emergencia Hídrica, y que esta suma representa sólo una parte de una deuda mayor que tiene la Nación con Tucumán. “No hay que equivocarse ni en el concepto, ni en el destino de los ATN, mucho menos en lo político. Nos están devolviendo plata”, indicó Jaldo en esa oportunidad.
Los Aportes del Tesoro Nacional fueron incorporados en la Ley de Coparticipación Federal, que data de 1988. Su objetivo es atender “situaciones de emergencia y desequilibrios financieros” de los gobiernos provinciales.
Pero la utilización de los ATN no estuvo exenta de discusiones en este tiempo, y el debate se mantiene. ¿Qué dicen los analistas sobre los ATN y qué se espera en la relación política entre la Rosada y las provincias dialoguistas para 2026? A continuación, la opinión de cuatro especialistas.
› “Partidocracia” por “provincialismo”
Por Julio Picabea - Politólogo
Estamos viviendo una reconfiguración del sistema político argentino: un outsider ha ganado las últimas elecciones presidenciales, desplazando a los partidos políticos tradicionales y cooptando parte de su base de apoyo. También hay un cambio en ciertos valores sociales, que tiene que ver con la renovación generacional en la sociedad. Este último punto le ha costado entender a los partidos tradicionales en Argentina, que siguen promoviendo una agenda agotada.
La reconfiguración del sistema político está generando una nueva distribución en el balance de poder. Y en ese marco, los gobernadores han tomado mayor protagonismo. La tradicional “partidocracia” ha sido desplazada por el “provincialismo”. Hoy el poder se construye desde las provincias. La Casa Rosada lo sabe y ha decidido negociar directamente con los gobernadores.
En Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo se circunscribe a esta lógica y ya ha expresado su disposición a colaborar con la Casa Rosada. En 2026 se vienen discusiones profundas en relación a reformas estructurales que necesita la economía argentina y que van a tener su impacto en la vida económica de la provincia, como la reforma laboral y previsional. La Provincia de Tucumán requiere de financiamiento estratégico para inversión en infraestructura y obras que permitan potenciar sus sectores económicos, dinamizar la economía local y en última instancia mejorar el desarrollo humano.
› Un 2026 como 2024
Por Patricio Adorno - Politólogo
En 2026, la relación entre Casa Rosada y las provincias dialoguistas va a ser más parecida a 2024 que a 2025; es decir, una relación en la que podemos esperar que la norma de comportamiento sea el acompañamiento parlamentario al Gobierno nacional en las iniciativas que sean de interés para este último.
No obstante, la transferencia de ATN a Tucumán, así como la incorporación en el Presupuesto del pago de deuda de Coparticipación a CABA, por ejemplo, marcan un cambio de dinámica en la relación: está dinámica parece indicar que ahora los dialoguistas van a esperar que sea la Rosada quien dé el primer paso o “pague por adelantado” sus promesas.
En el caso de Tucumán, de hecho, vimos que las demoras en la concreción de las promesas realizadas por el gobierno nacional tuvo una dilación muy importante. De hecho, y de cara a un 2026 en el que, por lo menos durante el primer semestre no se avizora una mejora significativa de la actividad y, consecuentemente de una recaudación que impacte positivamente en las arcas provinciales, es de esperar que los “dialoguistas” prefieran el pago de contado antes que un cheque a 180 días.
En este sentido, la gestión del ministro del Interior, Diego Santilli, va a ser central para mantener las negociaciones individuales con las provincias evitando que surjan situaciones que favorezcan la creación de bloques interprovinciales que vuelvan más costosa y dificultosa la relación Nacion-Provincias.
Adicionalmente, creo que el gobierno no dio una buena señal con el tratamiento en Diputados del Presupuesto 2026.
Con una elaboración del articulado que intentó mantener condicionamientos cruzados a los apoyos que había conseguido y una posición maximalista, sumado al pragmatismo que implementó en la confirmación de la AGN y el dictamen exprés que consiguió en el Senado del Presupuesto, me parece que el gobierno se mostró como un aliado poco confiable, particularmente con los segmentos que en teoría son más afines ideológicamente.
En este sentido, hay una duda respecto del gobierno que está sobre la mesa de análisis de todos los actores que interactúan con él, y que me parece se resume en una frase de Miguel Pichetto: ¿el gobierno va a buscar tener razón o va a buscar tener resultados?
Lo que vimos está semana (amenazas de veto incluidas) es que pareciera querer tener razón. Y en este sentido, corre el peligro de cometer el mismo error que cometió Macri luego de las intermedias: sobreestimar su músculo político al tiempo que subestima a sus aliados.
El gobierno sigue siendo un gobierno de minoría parlamentaria. Hoy es la primera minoría, pero requiere de alianzas. Es cierto que necesita de cada vez menos aliados y que se puede dar el lujo de tener alianzas transitorias. También es cierto que la oposición está descoordinada y que no tiene un marco que genere una referencia clara en la ciudadanía. Pero todas esas son variables coyunturales, no son permanentes en el tiempo y el gobierno no puede darse el lujo de cometer errores no forzados.
Hoy las provincias dialoguistas priorizan la gestión y los intereses locales ante la ausencia de un paraguas nacional. Pero en la medida que 2027 se acerque, los incentivos van a ir cambiando y es posible que nos volvamos a encontrar con un año igual de turbulento para el gobierno como lo fue 2025.
› Más poder, más responsabilidad
Por Carlos Fara - Consultor político
Los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) son un instrumento lógico: están pensados para que el Poder Ejecutivo Nacional pueda asistir en determinadas circunstancias excepcionales, como emergencias climáticas u otras situaciones que hayan complicado a una provincia, con el objetivo de equilibrar sus finanzas.
Pero todos sabemos que los ATN han sido utilizados como elemento de negociación política, de disciplinamiento político. En todo caso, quizás debería haber una ley que regule los Aportes del Tesoro Nacional con criterios objetivos. ¿Por qué reciben seis jurisdicciones, y la provincia de Buenos Aires no recibe nada, que es la más grande? Como instrumento, está correcto para suplir emergencias o situaciones particulares, pero se ha ido deformando con el tiempo, históricamente.
¿Qué se espera en la relación política entre la Casa Rosada y las provincias dialoguistas? El problema acá lo tiene el gobierno de mala praxis, de cómo tiene que poder saber manejarse en este tipo de situaciones, cuando tiene que negociar eficientemente con las provincias. Como perdió casi todas las elecciones del 2025 hasta el 10 de diciembre, entonces al problema lo tiene el gobierno, que no sabe manejarse con las provincias dialoguistas. Porque por eso son dialoguistas.
¿Qué es lo que hace que se termine de producir un cortocircuito, una desconfianza, etcétera, con ciertos distritos?
El que tiene más poder es el que tiene más responsabilidad. Y el que tiene más poder, obviamente, es el gobierno nacional. Más allá de las picardías que lógicamente hagan las provincias, el que es más “chico” trata de defenderse o de sacarle jugo a una situación, naturalmente.
Y desde ese punto de vista, Tucumán o cualquier provincia van a tratar de hacer lo que puedan en una situación que no arrancó el 26 de octubre o el 10 de diciembre. Es una relación que viene desde hace dos años atrás. Y esa relación ha tenido cortocircuitos, altibajos. Porque el gobierno no siempre cumplió con su parte.
Y por el otro lado, en ciertos temas de mucha sensibilidad -como pueden ser presupuesto universitario o discapacidad- nadie se va a querer suicidar frente a su propia opinión pública, por mucha plata que le pida a la Nación.
Entonces, también hay que contemplar ese tipo de situaciones y ser realista en los términos en los cuales se plantea una negociación.
Los gobernadores dialoguistas obviamente están lejos de ser una mayoría, pero podrían volver a constituir una mayoría en el futuro, como pasó, con el apoyo de Fuerza Patria, en situaciones en donde el gobierno cometa errores políticos. Tienen los dos bloques, el de Unidos, los Federales; inclusive el bloque de los ex Cambiemos (PRO-UCR), son minorías estratégicas, y por lo tanto, eso lo van a hacer pesar todo el tiempo.
No van a dejarse llevar simplemente por el hecho de que el gobierno luce como el ganador de la elección del 26 de octubre.
Hay una realidad en los números del Congreso, que está más allá del resultado electoral.
El gobierno ganó la elección, pero no es la mayoría, ni siquiera en opinión pública. Entonces, también hay que computar esa cuestión.
› En el terreno del toma y daca
Por Gabriel Garat - Politólogo
El panorama de la relación gobernadores-Nación se juega ya de manera explícita en el terreno del toma y daca. La fractura expuesta del sistema que generó la asunción de Milei plantea una reversión de un viejo axioma político. Ya no es mas “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. Ahora es “dentro de los acuerdos todo, fuera de los acuerdos nada”.
Y esto se manifiesta en el Congreso: se acuerda votar en general el Presupuesto y se lo consigue; se acuerda meter por la ventana el nombramiento de tres auditores generales (con serios cuestionamientos a la constitucionalidad del pedido) y se le consigue.
Pero en este tipo de votaciones tan reñidas se pone en juego no solo una correlación de fuerzas entre Congreso y Nación, sino también una concepción de la representación.
El gobierno de Milei propone, desde su llegada al poder, una relación de representación directa, sin intermediarios, sin actores medios: es Milei y los argentinos de bien contra el resto, sin escalas.
Esa máxima tiene grandes problemas. El primero es político: Milei no juega solo, hay una multiplicidad de relaciones de representación que obedecen a identidades, valores, historias que se ponen en juego en las provincias con sus representantes locales.
Esta disociación la podemos ver bien cuando se votan cuestiones nacionales y cuando está en juego el poder local.
Milei no tiene la misma fuerza en lo local que en la arena nacional. Y eso es esperable, teniendo en cuenta la reciente emergencia de su partido en términos nacionales. Todavía no tiene líderes locales que le permitan disputar sentido y dar “la batalla cultural” en los territorios. Esto es importante porque lo que sucede es que siguen teniendo fuerza en las provincias liderazgos que luchan por no dejarse someter por la dialéctica nacional propuesta por LLA. Es un gran “acá también estamos, existimos, y tenemos votos”.
En el contexto del Congreso, esta dinámica de tensión se activó particularmente en el famoso capitulo 11 de la Ley de Presupuesto, porque allí se puso en juego una lucha que se dio todo el año: la emergencia en discapacidad y el financiamiento de las universidades, principalmente. El Congreso insistió y ganó por partida doble esa batalla. El Gobierno, envalentonado por la nueva composición de las cámaras luego del 26 de octubre, pretendió insistir. El resultado fue una ventana de oportunidad para que los representantes de las provincias hagan valer sus votos.
Quizás el gobierno esperaba que los gobernadores se vuelvan “mas baratos” en esta nueva composición, considerando que ahora LLA reúne un número mayor.
Pero al no tener la mayoría, algún grado de acuerdo sigue siendo necesario. Movimientos como la Liga de Gobernadores del Norte, la consolidación del bloque Provincias Unidas y el intento de ordenamiento del Bloque Peronista responden a ese fenómeno: hacer valer la representación local, torcer el brazo parlamentario al gobierno y llevarlo al terreno de la negociación.
El gobierno de Milei reconoce este hecho, y pospone el debate de reforma laboral para el 2026, para tener tiempo de reacomodar fichas y pensar de manera más fina a qué provincia le toca la bendición con ATN y pagos de viejas deudas, y a quién le tocará escarmiento público y batalla cultural en contra. Si Roma no paga traidores, ¿los ATN sí?
Cifras de los ATN en la gestión Milei
- $41.500 millones ingresaron a Tucumán en los últimos dos años por ATN
- $32.000 millones obtuvo Misiones gracias a este mecanismo
- $25.800 millones llegaron a Entre Ríos en la sumatoria de 2024 y 2025
- $25.000 millones acumula Salta por Aportes del Tesoro Nacional
- $20.500 millones fueron para Catamarca, otro distrito dialoguista
- $18.000 millones ingresaron a Chaco y a Neuquén en estos dos años



















