“Estoy en la comisaría todavía. Esto nos pasó a las 16:40 más a o menos. Veníamos por el camino de sirga (de oeste a este), pasando el puente de la Zavalía, debe haber sido a 40 o 50 metros antes de que aparezcan los autos abandonados, antes de llegar a la entrada de barrio San Martín”, explicó en un audio Juan Pablo Toledo, en el cual contaba que fue atacado por desconocidos que le dispararon a su auto VW Gol Trend mientras circulaba con una familiar el viernes. “Pudo haber sido una tragedia”, agregó.
En las imágenes del video que publicó se puede ver que el vidrio de la ventanilla trasera derecha fue perforado por un proyectil. Tras atravesar el habitáculo, el objeto terminó saliendo del vehículo por la ventanilla de la puerta trasera izquierda.
La víctima denunció en la seccional 8ª que al menos tres personas salieron al camino y les dispararon.
“Miren de donde es el tiro, venía Claudia conmigo. Les estoy diciendo que estuvimos a 50 centímetros de que el proyectil no le pegue en la cabeza a Claudia y, por la fuerza del impacto, quizás me daba a mí también”, agregó el hombre, haciendo alusión a las dos ventanillas que fueron atravesadas.
Toledo valoró que más allá del horror que vivieron, la situación solo haya causado daños al vehículo y no una pérdida irreparable. “Gracias a Dios, gracias a Dios y a la Virgen no venía ninguno de los chicos. Podía haber pasado una desgracia. Gracias a Dios ahora estoy esperando para hacer una denuncia por algo material nada más”, subrayó al concluir el audio, que rápidamente se viralizó.
Tras el hecho, Toledo fue a la comisaría de Marti Coll y luego a la 8ª, donde radicó la denuncia. Los efectivos de esa última seccional lo tranquilizaron y le explicaron que, a pesar de tomarle la denuncia, debían derivar el caso a la de El Manantial, que tiene intervención en ese tramo del camino de sirga. También le informaron que la Brigada le informaría los avances de la investigación.
En la tarde de ayer se buscaba a los sospechosos del ataque.
En el lugar del hecho, que está cercado por pastizales crecidos y específicamente por tártagos, no hay cámaras de seguridad. Vecinos de ese sector limítrofe entre Yerba Buena, El Manantial y la capital, denuncian que esa dejadez es la principal causa de los delitos que sufren.
“Se esconden en medio de los yuyos y desde ahí tiran piedras o salen de repente para hacer que los conductores frenen y así robarles”, explicó Roberto González, vecino de barrio San Martín que veía el partido de los +40 en la canchita de avenida Poviña y camino de sirga.
Mariano Agüero coincidió con su compañero y agregó que esa parte es una “boca de lobo” y que “muchas veces también se esconden entre los autos abandonados que hay junto al canal. Es la primera vez que escucho que le hayan hecho un tiro a alguien”. “Siempre circulo por aquí y nunca me pasó nada, pero sí escuché de muchos ataques a la noche”, indicó Luis Verón. El vecino agregó: “Así fuera esto la zona más tranquila, no puede ser que los municipios dejen crecer así las plantas. Es un peligro vial también”.