Una nota periodística publicada el fin de semana dejó las primeras pistas, que luego se confirmaron en una entrevista que el presidente Javier Milei le concedió a Chiche Gelblung, en donde reconoció que bajó nueve kilos en sus primeros tres meses en el cargo y que durante la campaña llegó a tomar nueve latas diarias de una bebida cola, a las que además les agregaba un sobre de azúcar.
Después de ganar el balotaje presidencial, se supo que Javier Milei optó por resguardarse en el Hotel Libertador durante una semana. Según se rumoreó en su círculo cercano, solo se aventuró a dejar su habitación para las reuniones habituales con sus aliados del PRO y el economista macrista Luis Caputo, luego convertido en su actual ministro de Economía.
En el texto publicado el domingo en Clarín, titulado “El shock de Javier Milei, las llamadas urgentes y un pedido especial de Cristina Kirchner” y que lleva la firma del periodista Santiago Fioriti, se ampliaron más detalles sobre la vida del libertario, entre los que hubo una revelación peculiar. “Milei permaneció su primera semana recluido en el piso 21 del hotel Libertador, su oficina, en la que trabaja a tiempo completo. Se levanta a las 6 y se acuesta cerca de las 2 de la mañana. A veces duerme una siesta de una hora. Sus asistentes le llevaron packs de Mango Loco, la bebida energizante, su preferida. Consume varias latas por día”, deslizó el artículo en el penúltimo párrafo. La estimación era que Milei ingiere entre seis y ocho latas diarias.
Pero la confirmación llegó en las últimas horas, luego de que se publicara una entrevista que Milei le concedió a Chiche Gelblung para Crónica TV. “Desde el momento de la elección hasta acá bajé cerca de nueve kilos. Lo que pasa es que durante el último tramo de la campaña, bueno, la ansiedad que se generaba, tomaba una gaseosa cola de lata azul, tomaba siete latas por día y le ponía además, a cada lata, dos sobrecitos de azúcar”, explicó el mandatario ante la sorpresa del periodista, que apenas atinó a comentar un “¡qué bárbaro”.
¿Cuál es la bebida energizante que toma Milei?
La bebida energizante preferida de Milei es Mango Loco, uno de los sabores de Monster Energy, una marca originaria de California, que desde 2002 ha sido popular entre los jóvenes, que experimentan con sus primeros tragos y exploran la vida nocturna, así como entre los trabajadores o estudiantes que buscan mantenerse despiertos. Su popularidad ha ido en aumento desde sus inicios. Pero a 10 años de su lanzamiento, todo cambió.
Ocurre que desde la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos se inició una investigación sobre la relación de la bebida con cinco muertes. Uno de los casos involucraba a Anais Fournier, una adolescente de 14 años con problemas cardíacos que falleció a causa de una arritmia tras consumir dos latas de Monster en menos de 48 horas, explicó BigBangNews.
Otro de los casos que conmocionó a los Estados Unidos fue el fallecimiento de Alex Morris, de 19 años, que ingirió entre dos y tres bebidas al día. Desde ese momento, las investigaciones se intensificaron y, según un estudio del gobierno estadounidense entre 2007 y 2011, el número de visitas a salas de emergencia después de consumir bebidas energéticas aumentó de 10.000 a 20.000 casos.
El consumo de bebidas energizantes y sus consecuencias en la salud
Siguiendo con los detalles alimenticios de la bebida energizante preferida de Milei, se puede mencionar que cada lata de medio litro de Monster contiene 160 miligramos de cafeína, equivalente a tres tazas de café, y 53,9 gramos de azúcar, aproximadamente 10 sobres a los que el Presidente le agregaba dos sobres más.
Médicamente comprobado, el consumo habitual de bebidas energéticas puede conducir a obesidad, hipertensión, insomnio e incluso adicción. Además, los expertos afirman que el consumo crónico está directamente relacionado con la pérdida de densidad ósea, osteoporosis, fobias, dolores de cabeza, síndrome depresivo, ansiedad y cambios en la frecuencia cardíaca que pueden desencadenar otras enfermedades cardiovasculares.
Sobre los efectos secundarios del exceso en el consumo de esta clase de bebida se mencionan, por ejemplo, los síntomas de palpitaciones, insomnio, náuseas, vómitos y micción frecuente. Una lata de estas bebidas contiene entre 80 y 300 mg de cafeína, es decir, el equivalente a cuatro espressos (que contienen 75 mg). Si alguien consume más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día, puede experimentar insomnio y reducción del sueño. Y si la ingesta supera los 3 miligramos de cafeína por kilo de peso, también podría enfrentar riesgos cardiovasculares, neurológicos y psico-comportamentales.