Algunos afirman que hay una caída de los precios en el rubro de comestibles por la recuperación económica, medios de información y consultoras hablan de deflación. No hay que confundirse, las ofertas en góndola no tienen que ver con una recuperación económica, el bajo precio se relaciona directamente a la caída estrepitosa del consumo en alimentos y eso sí se relaciona con el déficit salarial de los argentinos. Los grandes supermercadistas formadores de precios están estoqueados por demás y salen a reventar los productos que se vencen antes de perderlos. Si no hay una recuperación salarial, que se acerque al menos a la línea media de la inflación, no se debe afirmar una recuperación económica. Hoy vivimos para pagar impuestos y después comer.

Williams Fanlo

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