Quizás muchos habrán experimentado las pesadillas terroríficas y los sobresaltos a medianoche y haberlo asociado con la hamburguesa que comimos hace menos de una hora. La alimentación muchas veces se relaciona con la facilidad o la imposibilidad de dormir bien, por lo que en ocasiones la comida podría ser el impulsor de los sueños más escalofriantes.
¿Qué significa que tu pareja te dé la espalda al dormir?La buena alimentación y el descanso son las bases principales de una buena salud. Y a su vez la relación entre ambos es también determinante. Comer sano puede facilitar un buen descanso e incluso unos escenarios imaginarios placenteros, y la situación contraria puede suceder cuando comemos pesado y allí los sueños se convierten en pesadillas.
Cenar pesado puede provocar mayor acidez cuando dormimos
Ainhoa Álvarez, médica neurofisióloga y coordinadora del grupo de trabajo Insomnio de la Sociedad Española del Sueño ha comentado cuál es la relación existente entre la comida y el sueño. “Siempre se ha dicho que para dormir bien, hay que cenar ligero.” Así muchas veces el reflujo puede aparecer cuando la cena no ha sido de los más inocua.
Ese reflujo y la incómoda acidez pueden suceder en cualquier momento del día, sin embargo, la ocasión más propicia es por la noche, debido a la posición horizontal que adoptamos al acostarnos en la cama. Esto favorece el movimiento de fluidos para encontrarse en los niveles normales.
Pesadillas y cenas cargadas ¿existe alguna relación?
Sobre otras relaciones entre la comida y el buen descanso, la especialista comentó cuál es la vinculación entre una cena pesada y las pesadillas. Esta dio cuenta de que “No hay mucha bibliografía que defienda esta relación”, sin embargo Álvarez ha explicado que la interrupción del sueño puede estar dada por una comida cargada.
Cuando recordamos los sueños que hemos tenido o nos despertamos a medianoche estamos demostrando signos de un descanso fragmentado. La especialista remarca que si se recuerdan los sueños o las pesadillas, se debe a que uno está despierto y dormido a la vez. Añade que “el cerebro está entremezclado. Cuando estamos muy dormidos no hay forma de despertarnos, pero hay momentos en los que estamos entre una fase de sueño y la vigilia. Es ahí cuando aparecen las pesadillas o trastornos del sueño como parasomnias o el sonambulismo”.
“Cuando nos acordamos de los sueños es porque nos despertamos durante el sueño REM”, explica la profesional y muchas veces estas interrupciones pueden estar dadas por malestares en el estómago ya que como explica la especialista “comer mucho se ha asociado con mayor gasto metabólico y mayor reflujo”, destaca Álvarez.