José, uno de los hermanos de Loan, criticó duramente a su tía Laudelina por su declaración sobre la desaparición del niño. José acusó a Laudelina de "embarrar la cancha" y de haber mentido desde el principio. Sentía que su tía lo había traicionado y que debería pagar por sus acciones, argumentando que ella debería haber sido encarcelada desde el principio y que su testimonio era poco creíble.
Durante una marcha en Nueve de Julio, José expresó su desconfianza hacia Laudelina, afirmando que ella conocía la verdad y que la responsabilidad de la desaparición de Loan recaía en su marido, quien está detenido. Criticó que ella se desplazó más de 300 kilómetros para declarar y tuvo 16 días para hablar, pero su relato no tenía credibilidad para él.
El padre de Loan, José Peña, también desmintió las declaraciones de su hermana Laudelina, calificándolas de mentiras. En una entrevista, José Peña sugirió que Loan había sido llevado por alguien y expresó su desconfianza hacia todos los presentes en el almuerzo de la abuela del niño. Señaló que la declaración de Laudelina no tenía sentido y la acusó de tratar de desviar la atención.
José Peña también mencionó al comisario Maciel, uno de los imputados en la causa, diciendo que no lo conocía y que sus promesas de encontrar a Loan eran falsas. Añadió que las afirmaciones del comisario, quien había intentado disuadir a la familia de realizar marchas, resultaron ser una mentira.
El abogado Fernando Burlando, representante de parte de la familia de Loan, calificó la declaración de Laudelina como "un relato fantasioso" y la acusó de estar guionada por un sector del poder. Según Burlando, su testimonio no solo obstruye la investigación, sino que también la desvía, sugiriendo que había un motivo oculto detrás de sus declaraciones.