BUTLER, Estados Unidos.- Los investigadores del FBI siguen en plena investigación para aclarar cómo se produjo el intento de asesinato del ex presidente estadounidense y candidato republicano Donald Trump durante un acto en Butler, estado de Pensilvania.

Se supo ayer que el espectador que murió el sábado en el tiroteo era Corey Comperatore, un bombero de 50 años con dos hijas.

Otras víctimas no habían sido sido identificadas. Medios estadounidenses, que citan a empleados del hospital de Pittsburgh, afirman que se trata de dos hombres que se encuentran en estado crítico.

El autor de los disparos, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, murió a manos de un francotirador del Servicio Secreto.

Con camisa blanca, chaqueta oscura y una gorra de color rojo con su lema MAGA (“Haz que Estados Unidos sea grande otra vez”), Trump criticaba la inmigración ilegal cuando se escucharon cuatro disparos seguidos. Antes de que resonaran un quinto y sexto disparo, se agarró la oreja derecha y alguien le gritó “¡abajo!”. El ex presidente se agachó detrás del atril mientras los agentes del Servicio Secreto lo rodeaban. Todo esto ocurrió a las 18.08

Se escucharon gritos en la multitud. En cuatro segundos se escucharon más disparos, y más seguidores se agacharon, mientras varios agentes subían a la carrera al escenario. Diecisiete segundos después de los primeros disparos se escuchó un último estallido.

Tres miembros de las fuerzas de seguridad fuertemente armados subieron al escenario 22 segundos después de que comenzara el tiroteo y los agentes del Servicio Secreto dieron instrucciones de ponerse en marcha, antes de levantar a un Trump desaliñado.

Al republicano se lo volvió a ver alrededor de un minuto después de que comenzaron los disparos. Dijo “Déjame agarrar mis zapatos” mientras los agentes formaban un círculo a su alrededor.

Pasaron 13 segundos hasta que Trump levantó el puño hacia la multitud. Inmediatamente antes de desaparecer en una camioneta y apenas dos minutos después de que comenzara el intento de asesinato, Trump levantó el puño una vez más hacia la multitud. Cuando el coche se alejó, fuerzas de seguridad fuertemente armadas y vestidas con uniformes de color caqui llegaron al lugar.

La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden recibió un informe inicial sobre el incidente a las 19. “No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia”, dijo Biden a los periodistas.