No es raro que en algún momento de nuestra vidas hayamos intentado comunicarnos mientras dormimos. Según las estadísticas, el 66% de la población ha hablado alguna vez en sus sueños. La somniloquia no suele ser un síntoma de preocupación, al menos que se presente con ciertas características.
¿La música realmente ayuda a dormir?: qué dice la cienciaNo es raro conocer casos de personas que hablan en sus sueños y que incluso sean capaces de elaborar las frases más complejas mientras duermen. La somniloquia es un trastorno que está catalogado dentro de las parasomnias, es decir episodios breves de comportamientos anormales en el sueño que se consideran una variante de la regularidad de este proceso.
¿Qué es la somniloquia y en qué momentos del sueño se produce?
Hablar en sueños es bastante frecuente, sobre todo durante la infancia. Luego estos episodios disminuyen su frecuencia en la adolescencia y la etapa adulta. Según Alex Ferré, neurofisiólogo clínicio especializado en medicina del sueño, esta actividad predomina en el sexo masculino.
La somniloquia es un acto involuntario, anormal y algunas veces molesto que se caracteriza por la expresión audible y con frecuencia incomprensible. Este hablar dormido se traduce en murmullos, gemidos, gritos, susurros que muchas veces son detenidos por la almohada. En otras ocasiones puede tratarse de una conversación comprensible muy similar a una conversación típica de los momentos de vigilia.
Esta actividad anormal suele darse sobre todo en la fase REM del sueño que es la última de este proceso donde la actividad cerebral es muy intensa y en la que solemos tener los sueños más vívidos. Es poco común que las personas recuerden estos episodios por lo que no se consideran producto de la conciencia y a la vez no tienen una significancia considerable para quien habla ya que no sabe lo que dice.
¿Cuándo deberíamos preocuparnos?
Como expresamos anteriormente, la somniloquia no es un trastorno que generalmente requiera tratamiento, al menos que se produzca con mucha frecuencia y el habla sea muy clara. En esos ocasiones debe estudiarse el caso particular para determinar si no está asociado a un trastorno más grave.
Si la somniloquia se traduce en episodios constantes esta puede afectar a la calidad del sueño del individuo y puede asociarse a ronquidos, apneas, bruxismos, agitación motora y pesadillas. Si se habla de manera prolongada o de forma muy frecuente lo mejor es consultar con un médico.
Otras ocasiones de mayor preocupación es cuando la somniloquia interfiere con la calidad de sueño, haciendo que nos sintamos agotados y no podamos concentrarnos durante el día. También si el habla aparece luego de los 25 años puede ser un motivo de consulta médica, ya que puede estar arraigado a otro padecimiento subyacente.