¨...-debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos, difíciles de soportar - porque la gente sólo se amará a sí misma, serán amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales - no tendrán cariño natural, no estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, serán calumniadores, no tendrán autocontrol - serán feroces, no amarán lo que es bueno...” Timoteo 3:1-5 (Biblia). Anunciado por el profeta 1550 años antes de Cristo. Ocurre en el mundo hoy y en particular en Argentina en pleno siglo XXI. Hace 72 años, un 26 de julio de 1952 fallecía Evita, odiada por muchos y amada por todo un pueblo, su lucha por la que fue reconocida en el mundo entero muchos años después, su obra que aún persiste, fue realmente increíble: por su concepción de una vida digna, en comunidad y solidaridad hacia el otro, distribuida a lo largo y a lo ancho del país, fue, es y será la forma de que la mencionada profecía no se cumpla; un mundo bueno y vivible es posible. El régimen votado el 19 de noviembre de 2023 es casualmente la profecía cumplida punto por punto; todas sus acciones y medidas la certifican. No importan los que no comen, los que pierden o tienen miedo de perder su trabajo; el sálvese quien pueda es el objetivo, que nadie piense en el otro, sino en sí mismo, la desesperanza nos invade, no nos deja pensar. Los profetas fueron hombres que a través de los tiempos anunciaban, basados fundamentalmente en las acciones del hombre, sean estos reyes, fariseos, mercaderes, bandidos, los tiempos por venir. En Argentina el mal tiempo nos llegó. Sepamos todos y todas poder atravesar la tormenta autoinfligida.
Ángel Salvador Logusso alogusso@hotmail.com