Harold es un niño pequeño que decide dar un inocente paseo bajo la luz de la Luna, con la magia de la noche y las posibilidades de despertar la imaginación en toda su expansión. Y hacia allí se embarca.
Es que en esta historia, nada existe: su vida es una página en blanco que él mismo va rellenando con un lápiz morado con la capacidad de convertir en realidad todo lo que se dibuje con su tinta. Desde un árbol custodiado por un dragón, pasando por un esporádico océano con su pertinente velero, hasta subirse a un viaje en globo por unas colinas lejanas que, sin querer, lo precipitarán a un vacío lleno de ventanas.
Cuando crece y se dibuja a sí mismo fuera de las páginas del libro y en el mundo físico, descubre que tiene mucho que aprender sobre la vida real y que su fiel crayón puede desencadenar más travesuras hilarantes de lo que creía posible. Pero el poder de la imaginación ilimitada cae en las manos equivocadas, por lo que junto a sus amigos necesitarán toda su creatividad para salvar el mundo real y el suyo propio.
De eso se trata la película “Harold y su crayón mágico”, basada en el libro de psicología infantil del escritor Crockett Johnson “Harold y el lápiz morado” (editado en 1955), y que hoy llega a las salas locales. El libreto cinematográfico está firmado por David Guion y Michael Handelman.
Con una producción que mezcla la animación con la actuación real, el elenco está integrado por Zachary Levi, Zooey Deschanel, Tanya Reynolds y Lil Rel Howery, en una mezcla de intérpretes que impulsan la acción a un territorio ameno para una salida en familia. Detrás de cámara está el brasileño Carlos Saldanha, toda una garantía para los filmes de dibujos animados y que acredita ya en su haber las direcciones de dos entregas de “La era del hielo”; otras tantas de “Río” y de “Ferdinand”. El pulso narrativo y la concepción del entretenimiento están confirmadas con esos antecedentes del dos veces nominado al Oscar.
“La sugestión de la mente y el poder de la imaginación serán las reflexiones del filme sobre las características que hacen posible y explican la existencia real de las cosas. Un niño que pondrá su mundo del revés por no saber diferenciar entre un sueño, la verdad y la ilusión, será el protagonista de este divertido debate sobre la ambiguedad”, se anticipa en sus avances publicitarios.