La virtualidad presenta posibilidades. Sin ser el objetivo, despierta inquietudes y para algunos presenta oportunidades. Es cierto, no es novedad que los amantes del fútbol sueñan con dirigir un equipo, tomar decisiones técnicas, plantear un esquema y triunfar; pero los videojuegos acrecentaron ese deseo de victoria. Lo hicieron más “accesible”. Enzo Ledesma es de esos casos que intenta trasladar lo digital a la realidad. Sí; el jugador de Unión del Valle, de 24 años, quiere convertirse en entrenador.
“Jugué al ‘Modo Carrera’ del FIFA. Veía que podía ganar todo y eso me inspiró para estudiar eso. Ahora soy DT de un equipo femenino; es complicado porque muchas veces no te quieren hacer caso; pero es parte de aprender a desarrollar autoridad”, cuenta el futbolista que pasó por distintas posiciones. De niño era delantero; de adolescente, volante y en la actualidad es lateral izquierdo. “El otro día hubo una charla en Tafí sobre lo que se necesita para ser entrenador; el otro año me voy a anotar en el curso”, agrega.
River es parte de la identidad de Enzo. No sólo porque se inició en Los Cuartos (club que tiene los colores y un logo similar al club de Núñez), sino porque fue una pasión que heredó en el nombre. “Me pusieron así por Francescoli. Era el ídolo de mi papá”, expresa, aunque comenta que de niño no atravesó los mejores años del “millonario”. “Era complicado porque River no vivía un buen presente; primero por los títulos de Boca y después por el descenso. Recién lo disfruté con Ramón Díaz y cuando empezó la era Gallardo”, dice el futbolista, de 24 años, que tuvo como primer ídolo a Diego Buonanotte.
En relación a la identificación de los tafinistos, Enzo asegura que en los valles se le presta más atención a los equipos grandes en comparación a los tucumanos. “Hay muchos hinchas de San Martín y de Atlético, pero muchos sentimos más cercanos los clubes porteños por más que estén a kilómetros de distancia”, señala.
Por otro lado, comenta que será la segunda Liga Tucumana que disputará. “Ya había jugado para Almirante Brown. Lo que hacía era quedarme en la casa de mi madrina en Lules, pero dejé porque sentía que siempre estaba en el mismo lugar. Además, los viajes constantes y los gastos hicieron que no pudiera seguir”, expresa antes de recordar un breve paso por las inferiores del “Decano”. “También hice Quinta y Sexta en Atlético. Me acuerdo que recién ascendía a Primera y mi mamá siempre me reta porque, cuando dejé, me vinieron a buscar porque tenía condiciones. Pero bueno…”.
También intentó destacarse en el fútbol bonaerense, aunque no consiguió el objetivo. “Fui a Buenos Aires con Pablo Trotta, que era un ojeador de jugadores que hacía pruebas en el Hipódromo de Buenos Aires. Sin embargo, no salió como esperaba. Viajamos más de un día, no dormimos y el lugar estaba repleto de mosquitos. No se podía dormir del calor; todo eso sumado a la competencia con los demás chicos, que eran 30 o 40, hizo imposible que pudiera destacarme. Me probé en Huracán, Independiente, Platense pero lamentablemente tuve un mal asesoramiento”, avisa.
El cúmulo de frustraciones alejó a Enzo del fútbol. “Había perdido varias finales de los torneos locales. Pero cuando salió lo de Unión fui a probar suerte. No sabía si iba a quedar, pero todo salió bien por suerte”, señala.
Si bien Unión del Valle disputa su primera Liga Tucumana, Ledesma confía en que el equipo dará la sorpresa. “Mucha gente soñó con esto, pero siempre hubo impedimentos. El objetivo es ascender; sabemos que es el primer año, pero queremos dar el campanazo”, sentencia.