ENSAYO
LA HISTORIA DE BILLIKEN
LAUREN REA
(Random House – Buenos Aires)
Hubo un tiempo en que una revista para chicos, en papel, era leída en todo Latinoamérica, y sus lectores la esperaban ansiosos, todas las semanas, para armar, recortar, dibujar y divertirse con las historietas, troqueles y figuritas y hacer los deberes con la ayuda de su copioso material didáctico. Esa revista era Billiken, la única publicación infantil centenaria de todo el mundo, que logró sortear todos los avatares políticos y económicos de nuestro país hasta que la aparición de Internet y luego la pandemia la volvieron insostenible.
La autora de este trabajo, una investigadora inglesa especializada en la cultura popular impresa de Argentina, reconstruyó la historia de esta publicación que nació pensada para acompañar los contenidos escolares, en un momento de ampliación de la escolaridad obligatoria, y se propuso instalar en la infancia la idea de ciudadanía como identidad de marca. Un proyecto cultural y comercial que su fundador, Constancio C. Vigil, llevó adelante como forma de construir su legado intelectual, del que la revista era una parte, junto con sus libros de lectura obligatoria en las escuelas, como el libro de lectura para primer grado ¡Upa!, los cuentos de la Hormiguita Viajera y el Mono Relojero o la literatura universal de la colección Billiken.
Organizada según los ciclos de las efemérides históricas, la revista mantuvo buenas relaciones con todos los gobiernos y a pesar de su ideología claramente conservadora y su apoyo incondicional a los gobiernos de facto, esto no le impidió difundir material político afín al primer gobierno peronista, lo que le dio la posibilidad de ampliar su base de lectores y llegar a vender, a fines de la década del 50, medio millón de ejemplares semanales.
La llegada de Anteojito, en el año 1964, su gran competidora, la impulsó a buscar estrategias para no perder lectores y los álbumes de figuritas constituyeron la novedad que la marca necesitaba para seguir estando presente en las escuelas y por ende, en las casas. Pero las épocas de gloria habían pasado. Los años 90, con la llegada de la revista Genios y la globalización de la cultura infantil, marcan el comienzo del fin de la revista en papel. Hoy, reconvertida en una plataforma de recursos educativos, se enfrenta al desafío de recuperar ese lazo entrañable con los pequeños lectores, en un mundo en el que ya no es posible encontrar la información y el entretenimiento en un solo lugar, la gran innovación que la revista había producido a comienzos del siglo pasado.
© LA GACETA
MARÍA EUGENIA VILLALONGA.