Empezó el mes de la polinización y, por ende, la época que los alérgicos más padecen. La llegada de la primavera y el ambiente seco y ventoso contribuyen a que la sintomatología se acentúe. Por eso es importante saber cuáles son las prácticas recomendadas para aliviarlos.
¿Cuáles son las frutas que previenen las alergias de septiembre y refuerzan nuestras defensas?Las personas alérgicas suelen padecer síntomas como estornudos constantes, congestión, nariz tapada, picazón y sequedad de garganta. Además, muchas veces se suma una incómoda picazón en los ojos. Este conjunto de sintomatología también se denomina rinitis alérgica o fiebre del heno.
Qué son y por qué se producen las alergias estacionales
Los síntomas que padecen muchas personas en esta época se llaman popularmente alergias estacionales. Se dan cuando un alérgeno -algo que desencadena una reacción del cuerpo- ingresa al organismo.
Cuando una persona con rinitis alérgica inhala un alérgeno, es decir, cuando ingresa a las vías respiratorias, el cuerpo inicia un proceso mediante el que intenta defenderse liberando químicos. El polen, el moho, la caspa de animales y el polvo son los componentes que pueden afectar a ese nivel.
Cómo aliviar síntomas de alergias estacionales
Todos los casos de rinitis alérgica requieren de una consulta con médicos especialistas. Sin embargo, los casos leves pueden combatirse y tratarse en casa o con medicamentos antihistamínicos de venta libre. Un punto clave es evitar el polen, aunque resulte difícil alejarse de ellos el 100% de las veces.
Una recomendación para los casos leves de rinitis alérgica es mantener limpia la nariz. Para ello se puede utilizar una solución salina comprada en farmacia o hecha en casa. Esta se puede preparar con una taza de agua destilada o hervida, media cucharada de sal y una pizca de bicarbonato de sodio.
Otro tip es utilizar productos mentolados como cremas y ungüentos. También sirven los caramelos y las infusiones que contienen mentol o eucalipto. Estos ayudan a destapar la nariz y descongestionar las vías respiratorias.
El arreglo y la higiene de las habitaciones en que dormimos es también un punto a tener en cuenta. Se recomienda cambiar y lavar sábanas y cortinas a menudo para eliminar los restos de polvo, ácaros y polen que se depositan con facilidad en ellos.