Muchas personas aseguran que son incapaces de ahorrar. Es que, en una economía como la argentina, que tiene más de inestabilidad que de certeza, es esperable que se crea que el ahorro es imposible. Sin embargo, hay algunas técnicas que aseguran un reservorio de dinero para casos de emergencias o para gustos especiales.

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Ahorrar requiere de cierta educación financiera que no todos poseen pero a la que todos pueden tener acceso. Un presupuesto familiar debería incluir, necesariamente, un porcentaje de ingresos destinado al ahorro. Pero, hay dos formas de guardar dinero: una formal y otra informal.

- Ahorro informal: se trata de la forma clásica y convencional que se tiene. Consiste en guardar el dinero en alcancías, cajas fuertes o "debajo del colchón" para tener el dinero separado.

- Ahorro formal: se trata de depositar el dinero en una cuenta del sistema financiero para generar intereses y crear un historial crediticio. Se usa, por ejemplo, con los depósitos a plazo fijo.

Técnica 50-30-20 para ahorrar

El primer paso para iniciar un ahorro es proponérselo. Pautar algún objetivo también puede contribuir a la causa y establecer una meta clara que alcanzar. Sin embargo, "ahorrar por ahorrar" para tener un capital reservado tampoco es mala idea per se.

Se conoce como sistema 50-30-20 a la técnica que lleva años aplicándose a los ahorros personales y familiares. Se trata de dividir los ingresos -fijos o no- en porcentajes más o menos estandarizados y destinados a actividades específicas. Una parte de este dinero se reserva, claramente, para guardar en un fondo.

La técnica invita a destinar un los ingresos a tres categorías: necesidades, gustos y estilos de vida y ahorro e inversiones. La primera categoría se queda con el 50% e incluye gastos como alquiler, comida, transporte, servicios y tarjeta de crédito. Son los gastos que se pueden prever para cada mes.

La segunda categoría -el 30%- estará destinada a lo que se puede gastar para disfrutar como suscripciones, salidas, paseos, comidas imprevistas y encuentros con amigos. Los denominados "gustitos". El último porcentaje, el 20% restante se destinará al ahorro. Es un monto ideal y representativo para lograr metas tanto a largo como a corto plazo.

Poder guardar un monto fijo por mes nos garantiza poder hacer proyecciones. Si sabemos cuánto tiempo demoraremos en lograr una meta, es más probable que nos animemos a perseguirla para asegurarnos un logro en un periodo prestablecido.