La vitamina K es esencial para el cuerpo y entre sus principales funciones está la coagulación de la sangre. De no se por su presencia en el cuerpo, al hacernos un corte o una pequeña herida perderíamos toda la sangre que tenemos. Por eso hay que tener cuidado particular con un tipo de medicamento.

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Los factores de coagulación son proteínas que ayudan a detener el sangrado y que se producen en el hígado. Sin la suficiente cantidad de vitamina K, este órgano no podría producir los factores de coagulación necesarios. Estos tienen una reacción particular con los medicamentos anticoagulantes.

Para qué sirven los anticoagulantes

Algunos pacientes necesitan anticoagulantes para afecciones como enfermedades del corazón o los vasos sanguíneos, para regular el ritmo cardíaco en la fibrilación auricular o para disminuir riesgos de formación de un coágulo después de una cirugía.

También existen los antiplaquetarios -como la aspirina- que se consumen para evitar que las plaquetas se agrupen en torno a las células sanguíneas y formen el coágulo. Suelen ser medicamentos recomendados a las personas que sufrieron un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Quienes consumen este tipo de medicamentos, probablemente deban modificar su dieta para ingerir una cantidad diferente de vitamina K. Este cambio debe ser indicado por un médico para no llegar a una insuficiencia y no producir efectos adversos con los anticoagulantes.

Qué alimentos tienen vitamina K

Según el sitio Medline Plus, la vitamina K se encuentra principalmente en estos alimentos:

- Hortalizas de hoja verde: col, espinaca, hojas de nabos, col rizada, acelga, hojas de mostaza, perejil, lechuga romana y lechuga de hoja verde

- Verduras como: coles de Bruselas, brócoli, coliflor y repollo

- Carnes como pescado, hígado, carne de vaca, huevos y cereales en cantidades más pequeñas