El lavado de manos es un hábito fundamental para prevenir una serie de enfermedades. Cumplir con este acto antes de consumir alimentos puede evitar contraer infecciones por bacterias, virus y otros organismos patógenos. 

“Juntos, podemos acelerar la acción para prevenir infecciones y resistencia a los antimicrobianos en la atención de la salud y construir una cultura de seguridad y calidad en la cual a la mejora de la higiene de las manos se le da alta prioridad”, aconsejan desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Estas son las tres enfermedades que causan más muertes: ¿cómo prevenirlas?

Las autoridades de salud recomiendan lavarse las manos con agua y jabón especialmente antes de comer, después de usar el baño, al llegar a casa y después de toser o estornudar, puesto que adoptar esta simple medida de higiene puede contribuir grandemente a la prevención de enfermedades transmisibles.

Además, de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el tiempo mínimo recomendado para el lavado de manos es de 20 segundos. Este período es esencial para garantizar la eliminación efectiva de virus, bacterias y otros microorganismos patógenos que pueden residir en las manos.

Enfermedades que se pueden contraer por no lavarse las manos

A continuación, se detalla una lista de enfermedades que pueden producirse por la falta de higiene:

Gastroenteritis: esta enfermedad puede ser ocasionada por agentes como Escherichia coli, Salmonella y Norovirus. El no lavarse las manos facilita la transferencia de estos patógenos a los alimentos y, consecuentemente, al sistema digestivo, provocando síntomas como vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Hepatitis A: afecta el hígado y se transmite principalmente cuando una persona ingiere alimentos o agua contaminada por heces o fluidos de una persona infectada, algo que puede suceder fácilmente si las manos no están debidamente lavadas.

Infecciones por parásitos: el no lavarse las manos puede aumentar el riesgo de contraer infecciones como la giardiasis y la amebiasis. Estos se encuentran comúnmente en alimentos y agua contaminados y su ingestión puede ocasionar síntomas gastrointestinales graves.

Infecciones respiratorias: el acto de no lavar las manos y luego llevarlas a la nariz o la boca puede facilitar la transmisión de virus respiratorios, como el virus de la gripe, el resfriado común y el SARS-CoV-2, causante del COVID-19.

Enfermedades cutáneas: la falta de higiene en las manos puede provocar enfermedades de la piel como impétigo, una infección bacteriana superficial contagiosa y que se presenta en gran medida en los niños, o incluso facilitar la transmisión de hongos como los que causan la tiña.