“21 de septiembre de 2019. Jamás olvidaré ese día. Fue en un baile de la semana del colegio. Mi primer beso, mi primer amor. Nunca me había sentido igual”. El dueño de la frase es Martín. Tiene 22 años y camina por la plaza Independencia a media mañana con una gran sonrisa y un ramo de flores amarillas. Son para su novia, Melina. Están juntos desde hace cinco años y piensa homenajearla con una noche romántica, que incluye salida al cine y cena.
No sabe si el clima tiene algo que ver o no. Pero Martín no duda: es en primavera cuando más se despierta la ilusión de enamorarse. “Lo vi en la mayoría de mis compañeros también. Muchos nos pusimos de novios para la misma época”, recuerda.
La estación que empieza hoy tiene muchos ingredientes que favorecen al amor, según los especialistas consultados. Aunque los enamoramientos surgen durante todo el año, hay algo que predispone más a las personas a abrir su corazón.
Con la llegada del buen tiempo y los días más largos, pareciera que nos ponemos más contentos. La temperatura sube, la ropa es menos discreta y aumentan los estímulos. ¿Existe relación directa entre la primavera y el enamoramiento?
“Más allá de todo lo que sabemos que genera el sol, días más largos, la gente que sale a la calle con ropa más livianas, los cuerpos tostados, el empezar a moverse y desperezarse luego de los meses de invierno, las conversaciones que se prolongan en la noche, la temperatura que sube y la desnudez que aparece... todo eso favorece la sensualidad y el erotismo”, explica la médica sexóloga Amelia del Sueldo Padilla.
Las hormonas juegan aquí un rol fundamental, señala la experta: “el aumento de las horas de sol y la exposición al mismo influyen en la secreción de vitamina D y ¡oh, sorpresa! a mayor vitamina D, mayores niveles de testosterona. Con el consiguiente aumento de la líbido”.
Ya lo decían nuestras abuelas: “la primavera, la sangre altera”. Esa era la explicación. Y hay más. “También se sabe que el sol actúa como un antidepresivo natural y activa los neurotransmisores como la serotonina y dopamina, lo que influye favorablemente en la disminución del estrés”, remarca Del Sueldo Padilla.
Día del Estudiante y llegada de la primavera: refuerzan los controles policiales el fin de semana“Se presta más atención a los estímulos sensoriales recibidos que promueven y estimulan el deseo sexual, donde tiene importancia la producción de feromonas y melatonina, que son facilitadoras de las respuestas a los estímulos sensoriales, influyendo en el buen ánimo y estimulando prácticas sexuales”, añade.
Calor y ansiedad
El psicólogo Roberto González Marchetti nos explica en detalle por qué y cómo nos puede afectar el cambio de estación en la forma de comportarnos.
Para empezar, aclara que el calor siempre está más asociado con el fenómeno de la ansiedad y el frío, más relacionado a la depresión.
“En los días más largos y más cálidos, la gente tiende a salir con más frecuencia y a compartir actividades agradables con los demás. Nuestra mente se tiene que preparar para los hechos sociales que son propios de esta estación”, explica.
“Desde muy chicos, nos van estimulando y enseñando que la primavera está vinculada a establecer relaciones interpersonales, sobre todo las de pareja. Es la estación que tiene más encuentro social otras”, agrega.
Es común que algunas personas estén más ansiosas, aclara. Y habla de las tres hormonas que forman parte del enamoramiento. “El cortisol, relacionada al aumento de estrés, que en este caso es un estrés adaptativo que moviliza a la persona. Luego está la conocida hormona del amor, que es la oxitocina. Y también se libera mucha dopamina. La persona siente ese estado de confort y de movilización, y no necesariamente teniendo el estímulo físico, que sería estar a la par de esa persona, porque muchas veces puede ser algo imaginado”, puntualiza.
El amor ciego
Por otro lado, el psicólogo remarca que el estar enamorado desactiva emociones negativas y el miedo. Por ello, muchas veces a la persona no le importa recurrir a acciones que antes racionalmente las pensaba como peligrosas. “Es el famoso concepto de que el amor es ciego”, aclara.
Los efectos del enamoramiento también se ven en el cerebro. “Esto forma parte de una estimulación, del circuito de recompensas que tenemos nosotros en nuestro cerebro. Y este círculo segrega respuestas físicas y emocionales. Por ejemplo, es muy común, a veces sentir que el corazón se nos acelera, mirar a la persona y que nos pongamos colorados, o la sudoración que aparece cuando nos disponemos a hablar con esa persona”, enumera.
Qué es la emoofilia
Durante la primavera puede darse un fenómeno conocido como emoofilia. Es el hecho de enamorarse e involucrarse emocionalmente con una persona de manera intensa y rápida, a menudo sin una base sólida o un compromiso a largo plazo.
Según explica la sexóloga Del Sueldo Padilla, es común que en esta época del año muchas personas tengan altas expectativas de encontrar una pareja o iniciar una relación romántica. Por eso, ella aclara: “no debe ser una imposición enamorarse en primavera. Hay factores que propician los encuentros pero solo con eso no alcanza”.
Alerta por tormentas y caída de granizo: región por región, ¿cómo estará el clima el día la primavera?González Marchetti coincide en que muchas veces es un problema para los que no encuentran pareja cuando hay una estimulación social que promueve justamente la aparición de la misma. “Entonces, esta persona puede tener dificultades de adaptación, o sentirse frustrada porque no pudo activarse dentro del amor”, señala.
Al haber mayor ansiedad, es una época donde aumenta la cantidad de gente que se suma a las aplicaciones de citas y también se incrementan las consultas a videntes y otros servicios “mágicos”, en donde buscan alguna confirmación del amor idealizado, explica.
“Todo tiene que ver justamente con la ansiedad. Por eso es importante prestar atención a los amores locos, o aquellos intensos en los que nos involucramos rápidamente. Tenemos que buscar más que nada un amor más maduro, un amor más racional, que esté basado en ciertos valores, porque la respuesta fisiológica y emocional dura un tiempo y la pareja se va consolidando en función del otro, de qué es lo que se comparte, de la tolerancia al error, de las actitudes de reciprocidad que son necesarias para el vínculo, del respeto por la intimidad, de la privacidad, entre otras cosas”, aconseja.
Festejos por el Día de la Primavera: consejos para disfrutar de las comidas sin caer en excesosPara el psicólogo, el ideal del amor racional también forma parte de la libertad de cada uno. Por eso es esencial, más que el amor ciego, el amor con los ojos abiertos. “Es decir, teniendo en cuenta cuál es mi lugar, cuál es el lugar de la otra persona y cómo son las formas de ser de cada uno”, concluye.