“Para nosotros, lo más importante es seguir sumando puntos, mantenernos enfocados y llegar a la final de la mejor forma posible”. Gonzalo Bettini celebra el presente de San Martín de Tucumán y, en la previa del partido contra All Boys, asegura que no hay lugar para relajarse. El lateral derecho se convirtió en una pieza clave en el equipo de Diego Flores y busca tener un buen desempeño en Floresta, el barrio que lo vio nacer.
En la casa de su abuela Ema, “Gonza” compartía el día a día junto a su hermano Mariano, actual defensor de Alvarado, y sus padres, Edmundo y Milena. Sin embargo, el deseo de triunfar en el fútbol e impulsar su carrera lo llevó a jugar en distintos equipos del país, lo que le permitió conocer diversas ciudades, entre ellas su llegada a Tucumán.
“Viví en Junín, Santiago del Estero y Rosario también, pero esta es una experiencia diferente. Pude visitar muchos lugares en la provincia y la verdad es que me sorprendió lo hermosa que es. Recorrí con mi gente y nos sorprendió un poco el calor, algo normal de la zona”, explicó Bettini, quien recibe la visita de sus seres queridos cada tanto. “Siempre que pueden, mis amigos vienen a visitarme. Los conozco de toda la vida, desde el colegio. Son personas que han estado conmigo en todo momento. También vienen mis ‘viejos’ y mi novia. Falta mi hermano, pero no puede porque también entrena”, agregó.
Con anteojos de sol, un corte de pelo realizado solo con tijeras -al estilo de Franco Colapinto- y un llamativo bigote, Bettini se muestra activo en las redes sociales. Siempre que puede, “inmortaliza” la visita de sus amigos y también comparte cada uno de sus looks. “Soy bastante clásico”, aseguró.
Más allá de compartir con amigos, el lateral también tiene otra pasión: la música, un aspecto que lo ayuda a relajarse y recargar energías.
“Desde pequeño disfruto de diferentes géneros y, a lo largo de los años, tomé clases de guitarra y teclado. La música siempre fue una parte importante de mi vida y me ayuda a desconectarme de la presión del fútbol. También estudié coaching e inglés. Uno ya va pensando en todo lo que viene después del fútbol”, aseguró Bettini, quien mira más allá del deporte que le ha brindado varias alegrías, una de ellas, el ascenso a Primera con Banfield.
“Enfrentamos a rivales como Huracán, Defensa e Independiente, que eran muy fuertes en aquel momento. Jugué más de 100 partidos allí, fui capitán y pude ascender. También compartí momentos con jugadores importantes como Nicolás Tagliafico, Walter Erviti, Darío Cvitanich y Santiago Silva”, comentó “Gonza”, quien recordó una anécdota con el lateral campeón del mundo en Qatar y bicampeón de la Copa América.
“Con ‘Nico’ somos tan amigos que hasta nos fuimos juntos de vacaciones a Brasil y a México. Es un orgullo ver todo lo que consiguió. Para mí, su éxito es motivo de alegría, no solo por ser un gran jugador, sino también porque es una gran persona”, dijo el “4” sobre Tagliafico.
Otro de los futbolistas con los que el lateral compartió buenos momentos fue con el goleador uruguayo. “El ‘Tanque’ es un personaje. Escuchábamos mucha música de los 80 juntos”, recordó “Gonza”, quien lamentó la suspensión de dos años a Silva, por un tratamiento para ser padre. “Lo viví con mucha tristeza, porque sabemos lo que es Santiago para el fútbol argentino. Siempre se entrenó como una ‘bestia’. Estuvo dos años sin jugar y eso a veces es imposible de lograr. Al principio, fue un tema delicado para él, pero ahora está en un lugar mejor y eso me alegra”, agregó sobre el ex Vélez y Boca.
Así como el “Taladro” quedó marcado a fuego en su corazón, Rosario Central también lo está. Allí conquistó la Copa Argentina.
“Fue una gran euforia porque hace 23 años que el club no conseguía nada. Jugué casi todos los partidos y lo viví muy desde adentro. Encima, el ‘Patón’ Edgardo Bauza era un técnico que siempre te daba tranquilidad”, recordó Bettini. Una calma que se transformaba en nervios cuando había que definir por penales. “Siempre me ponían al último en la lista. Claro, ellos me aseguraban que lo iban a liquidar antes”, rememoró.
El defensor, que hace poco celebró su cumpleaños número 32 -“Me agarró justo durante el viaje del plantel y, aunque fue un poco raro, los chicos me sorprendieron con una torta”- espera seguir siendo clave y retornar de Buenos Aires con los tres puntos. “La clave será volver a ser un equipo intenso y concentrado”, concluyó el lateral, que disfruta de cada momento, tanto dentro como fuera de la cancha.