El TDAH o trastorno de déficit de atención e hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad. En su conjunto, afecta las etapas tempranas de aprendizaje de los niños y usualmente, por falta de trato con especialistas, se confunde con un simple mal comportamiento.

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Pero el TDAH va mucho más allá de un niño difícil de cuidar o de tratar. Es un trastorno que en el 75% de los casos tiene un origen genético. Según la especialista Pilar de Castro, un tratamiento adecuado puede cambiar la calidad de vida de toda una familia y también prevenir situaciones como los problemas de adicción en la juventud o adultez.

El diagnóstico del TDAH puede prevenir adicciones

Castro es especialista en psiquiatría infantil y de adolescentes de la Clínica Universidad de Navarra, en España. "Lo importante es abordar el problema sin miedo, porque este trastorno puede llegar a curarse. Si no se afronta correctamente, en el futuro puede suponer que la persona renuncie a sus objetivos vitales, que tenga problemas de salud mental o que desarrolle adicciones", asegura la especialista.

La médica también señala que, al reconocer problemas en el aula o en el comportamiento del niño, debe reconocerse si la ayuda que necesita es superior a la de otros niños. "Es importante que los especialistas veamos si esta situación afecta a su autoestima, a sus relaciones interpersonales o al aprendizaje propio de su edad".

Una vez que se diagnostica a un niño con TDAH, es habitual reconocer la tradición genética. Es decir que una vez que se reconoce a una persona con el trastorno, pueden empezar a reconocerse síntomas en la familia como ser personalidades impulsivas o con adicciones.

Cuándo consultar con un médico ante sospecha de TDAH

Hay una serie de factores que se pueden manifestar en una persona con TDAH, si bien no todos se ven al mismo tiempo ni con la misma intensidad. Si estos síntomas son persistentes y llegan a limitar o modificar el ritmo normal de vida, significa que está llegando a afectar de forma desmedida, por lo que sería viable consultar a un especialista.

Algunos de los comportamientos de un niño con TDAH pueden ser:

- No se fijan en los detalles y cometen errores en la escuela

- Al estar sentados o parados siguen moviendo parte del cuerpo de forma mecánica

- Se paran y caminan por el aula incluso cuando recibieron la consigna de permanecer sentados

- Corren, se trepan y saltan de un lugar a otro

- Hablan más de lo normal

- Dan respuestas antes de que se termine la pregunta

- Tienen dificultad para respetar turnos

- Les resulta extremadamente difícil seguir instrucciones y concentrarse

- Olvidan hacer actividades diarias