La comuna de la localidad de El Sacrificio, a 7 kilómetros al sur de Alberdi, cuenta con ocho parajes en los que viven unas 9.000 personas. De estas, según estimaciones oficiales, el 70%, o sea unas 6.000, está instalada a orillas de canales de riego que bajan desde las serranías. Se trata de espacios fiscales, que se extienden por Domingo Millán, La Invernada -junto a la ruta 38-, Alto El Puesto, Palo Blanco, La Florida, La Salvación, Km 9 y La Zootécnica.

Desmontes y crecientes

Casi todos los ocupantes en la época estival quedan expuestos, en mayor o menor medida, a los riesgos que generan las furiosas crecientes que desbordan para anegar casas y caminos. Hasta ahora no hubo desgracias graves que lamentar. Pero el drama recrudece con el paso del tiempo de la mano de desmontes que avanzan y acequias que se cierran.

PELIGROS. Pobladores del sur de la provincia habitan muy cerca de canales, cuyas aguas van socavando los terrenos sobre los cuales están sus casas.

La solución que habían planteado anteriores gestiones -entre otras la del ex comisionado comunal Carlos Juárez- era la de reubicar a las familias en riesgo en casas que eran gestionadas ante el Instituto Provincial de la Vivienda y Dersarrollo Urbano (Ipvdu). Pero los proyectos no prosperaron. “Se está tratando de reflotar algunas iniciativas tendientes a atender los casos más urgentes, de familias que viven al borde de los canales. Pero la situación está difícil. Además es más factible atender la problemática de los acueductos que tratar de conseguir viviendas para tanta gente”, admitió Walter Robles, jefe de gabinete de la comuna. “La respuesta debería ser abordada aguas arriba, porque en la llanura ninguna maquinaria puede operar en los cauces al estar bordeados de casas”, observó el comisionado comunal Gonzalo Sánchez.

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Junto al cráter

Los establecimientos educativos públicos también acusan el problema. En la jurisdicción comunal funcionan tres escuelas: la 159 Base Naval Puerto Belgrano, 125 de Domingo Millán y 295 de Alto El Puesto. Esta última quedó al límite de un enorme cráter que abrieron las aguas que bajan por el camino de acceso al lugar cuando llueve en los cerros. Se trata del edificio nuevo, construido e inaugurado en 2022 luego de que el anterior terminara devorado por la misma grieta que ahora se ensanchó. Este edificio fue levantado a 300 metros del pozo, pero las crecientes fueron agrandando a aquel hasta que quedó a escasos 50 metros. “En este pueblo la gente perdió la esperanza de solución al problema de las crecientes que nos castigan en el verano y agrandan cada vez más un cráter que amenaza con tragarnos a todos”, dijo Celeste Vega.

PUENTE. Gustavo Carrizo muestra la casa que pronto abandonará.

A tres kilómetros al este de la ruta 38, camino a Alto El Puesto, el desborde de canales hace estragos en el sector conocido como La Horqueta. La zona parece haber sido blanco de un bombardeo, con pedazos de estructuras de cemento desperdigadas por todos lados. Son de los canales destruidos por las correntadas. Un tramo del acueducto se desliza por el interior de un caserío que año tras año empuja a la gente a abandonar el lugar. En el sector de La Horqueta se fueron las familias de Carlos Coronel y Nelson Carrizo. Sus humildes viviendas quedaron ahí desiertas y libradas a los caprichos de las crecientes de verano. El vecino Gustavo Carrizo, contó de la angustia que embargó a los emigrantes cuando se fueron a otro sitio más seguro. El hombre dijo que también se apresta a dejar ese paraje. “Conseguí un terreno en Los Arroyo, y estoy levantado una casita a duras penas. Ahí iré a vivir con mi pareja. Aquí uno vive con el Jesús en la boca cada vez que llega el tiempo de lluvia”, sostuvo.

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CRÁTERES. Muchos sectores semejan un área que fue bombardeada.

Lorena Acosta, madre de siete hijos, contó que vivir ahí, en los últimos años se transformó en una pesadilla. Habita una modesta casa de ladrillos pegada al canal que avanza hacia Alto El Puesto. “Si uno pudiera irse de aquí a otro terreno más seguro, lo haría cuanto antes. Pero para ello hay que disponer de dinero. Y lo que a uno le ingresa es apenas para sobrevivir”, dijo. “Cómo no vamos a querer salir a buscar mejor resguardo, si aquí cada vez que llega la creciente, el agua nos deja aislados, sin luz, ni agua a veces hasta durante semanas” dijo. Lorena recuerda que el camino que pasa en dirección a Alto El Puesto antes estaba a nivel de su casa. Las correntadas lo fueron socavando hasta quedar con una profundidad de más de un metro. Historias como la de esta madre se replican en Domingo Millán, la Zootécnica, La Invernada y La Florida, los sectores más afectados.

BORDE. En La Florida, a orillas de la ruta 38, el canal inunda las casas.