El Instituto Parroquial Bernando D’Elía de Carlos Paz ha vuelto a generar polémica al prohibir el uso de polleras en el uniforme escolar de las alumnas, alegando "exhibiciones indeseables". La decisión fue comunicada a los padres tras observar que muchas estudiantes no respetaban el largo reglamentario de las faldas, lo que llevó al colegio a calificar estas acciones como inapropiadas y fuera de los límites permitidos.
La institución explicó que la medida se tomó luego de sucesivas advertencias desde marzo de 2024, cuando comenzaron a surgir problemas con el largo de las polleras. Las autoridades señalaron que las alumnas insistían en usar faldas más cortas de lo estipulado, a pesar de que el reglamento establecía claramente un límite de cuatro dedos por encima de la rodilla. Ante la falta de respuesta de las estudiantes y sus familias, se decidió imponer bermudas como opción obligatoria.
La comunidad de padres y madres reaccionó con opiniones divididas. Algunos criticaron el enfoque del colegio, considerando los argumentos sobre "exhibicionismo" como obsoletos y ridículos, mientras otros cuestionaron la coherencia de las normas, preguntándose por qué no se aplican restricciones similares a las profesoras que usan ropa ajustada. Este tipo de críticas pusieron de manifiesto la percepción de un trato desigual entre estudiantes y docentes.
Los directivos del colegio defendieron su decisión, argumentando que la modificación del largo de las polleras es una violación de las normas comunitarias y que, a pesar de los intentos por resolver la situación desde marzo, las estudiantes no acataron las reglas. El colegio señaló que era incómodo para los adultos tener que medir las polleras de las alumnas, y que la prohibición definitiva era la única solución viable para poner fin a este debate.
La institución reconoció que el calor fue un factor que exacerbó la situación, ya que algunas alumnas llevaban pantalones al colegio y se cambiaban a polleras más cortas durante el recreo. Finalmente, en abril, se tomó la decisión de prohibir por completo el uso de polleras para mantener el respeto por el uniforme y evitar conflictos futuros.