La obra del acceso sur a San Miguel de Tucumán, que contempla la reformulación del cruce de San Andrés, no se reactivará en lo inmediato, según se desprende de los distintos trámites administrativos efectuados en los despachos de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). Así, es incierto el futuro de los trabajos para descomprimir el tránsito en esa intersección, donde se registran largas filas de vehículos y maniobras imprudentes.

Ante una consulta vía correo electrónico formulada por LA GACETA, el organismo confirmó que la empresa contratista de este proyecto, Conorvial SA, solicitó una nueva extensión de neutralización de la obra, luego de que se cumplieran los 10 meses de plazo que habían sido otorgados en diciembre del año pasado.

Si bien desde la DNV no se precisó los alcances de la respuesta a Conorvial SA, otras fuentes explicaron que posiblemente se amplíe el período de neutralización del acceso sur, teniendo en cuenta que la Nación adeuda certificados de obra desde el año pasado a la empresa contratista.

Más allá de esto, en la repartición precisaron que el proyecto del acceso sur a San Miguel de Tucumán está priorizado en la planificación de Vialidad Nacional, y aseguraron que la obra “se encuentra enumerada en el Presupuesto 2025”.

Desde el año pasado

El cruce de San Andrés forma parte del proyecto que, durante la gestión manzurista, había sido anunciado como parte de la ruta Tucumán-Termas de Río Hondo.

En agosto pasado, el legislador radical José Nicolás Seleme había enviado una nota a las autoridades de la DNV-Distrito Tucumán para consultar sobre esta obra. En la respuesta, se le explicó que ese tramo de la ruta 9 se fraccionó en tres secciones de estudio, y que la ampliación del acceso sur correspondía precisamente a la última división.

Esta etapa es la única que se encuentra licitada, con fecha de inicio el 11 de abril de 2022 y un monto de contrato, a septiembre de 2023, de casi $9.000 millones.

En el informe que recibió Seleme, consta que se registra un avance de obra del 14,41%, y que el último certificado emitido data de noviembre de 2023. Además, se incluyeron los certificados adeudados por un monto total cercano a los $90 millones.

Además, se detalló que la neutralización del proyecto “se fundamentó por cuestiones de índole operativas y financiera de la contratista, como consecuencia del contexto económico del país, que le habrían impedido dar normal cumplimiento al plan de trabajo vigente”.

Casi 3 kilómetros

Según la memoria descriptiva del proyecto, la obra del acceso sur a San Miguel de Tucumán se ubica sobre la ruta nacional 9, a la altura del arroyo mista, y posee una extensión de 2,85 kilómetros.

“En este sector se plantea la duplicación de la calzada existente y la construcción de una distribuidor a distinto nivel en la intersección de la ruta nacional 9 y la ruta provincial 306, a fin de convertir el tramo de calzada indivisa en autopista con control total de accesos”, señala el documento oficial.

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La meta general es “aumentar la capacidad y nivel de servicio del tramo, el cual presenta un alto volumen de tránsito y que, en su configuración actual, provoca grandes congestiones y problemas de seguridad”. Además, el proyecto se completa con la inclusión de un puente sobre el río Salí y de un canal de desagüe en la zona de la intersección con ruta provincial 306.

A finales de agosto, el gobernador, Osvaldo Jaldo, había sido consultado en rueda de prensa por la obra de la autopista Tucumán-Termas. Y si bien había destacado que el Gobierno provincial había logrado reiniciar otros proyectos estratégicos, había enfatizado a la vez que se mantienen las charlas con la Nación por el cruce de San Andrés. “Estamos gestionando esos primeros tres kilómetros, y parece poco, pero si hablamos de las obras que contiene, como el puente elevado y un puente de 140 metros, vemos que es un proyecto importante. No vamos a claudicar y lo vamos a seguir gestionando”, había explicado Jaldo.