Lo que debía ser una experiencia placentera y hasta inolvidable se convirtió en una pesadilla para Cintia. La pasajera llegó al aeropuerto, entregó sus pertenencias y dejó a su gata en un canil para que la subieran abordo del avión de Aerolíneas Argentina en el que regresarían a Buenos Aires.

¿Cuánto tiempo es prudente dejar solas a nuestras mascotas, según la Ley de Bienestar Animal?

Esa fue la última vez que vio a Lila, su gata tricolor de dos años y medio. Para facilitar el traslado y lograr que la autorizaran a viajar con una mascota, Cintia compró una caja transportadora especialmente para la ocasión. Pero no fue suficiente porque los trabajadores de la empresa no supieron darle explicaciones cuando su gata no apareció más.

No saben qué ocurrió con la gata en el avión

Desde el 25 de septiembre, Cintia espera reencontrarse con su gata, una de las dos con las que viajó desde Ushuaia. "Para poder viajar con dos caniles, por cada una de sus mascotas, le cobraron y le exigieron tener vacunas al día", explicó Florencia, una familiar de la daminifacada en una entrevista.

El vuelo AR1895 llegó a las 21 a Buenos Aires. En cuanto la pasajera fue a la zona de equipajes para retirar sus pertenencias y a sus mascotas, le hablaron en un sector aparte para informarle que uno de los caniles estaba abierto y que Lila no aparecía.

La aerolíneas pidió disculpas por lo acontecido, pero se deslindó del problema al ofrecer la devolución del dinero del pasaje y U$S 100 más. Pero Cintia aclaró que no quiere dinero porque no busca una compensación económica. "Lo que nosotros queremos es que aparezca Lila, una respuesta de qué es lo que pasó con ella", enfatizó una mujer cercana a Cintia.

"Ese canil, el que se rompió, en el que venía Lila, era nuevo. Ella lo había comprado para este viaje. No le dieron ninguna respuesta de nada. De hecho, si ven cómo está roto el canil, te das cuenta de que fue una mala manipulación por cómo se rompió", indicó Florencia.

Cintia continúa la búsqueda esperando que Lila aparezca con vida en Aeroparque Jorge Newbery. Incluso empapeló algunos sectores del lugar con fotos de la gata con la esperanza de reencontrarse con su mascota.