Luciana García Galo tiene 19 años recién cumplidos, un dato difícil de creer para quienes la ven moverse dentro de la cancha. Es que la mediocampista de Tucumán Rugby lleva ya un buen tiempo jugando en la Primera de su club y es una de las jugadoras destacadas.
Su soltura y madurez la llevan a ser una referente dentro y fuera de la cancha. Por ese motivo se ganó la capitanía de las “Naranjitas”, el seleccionado tucumano que compite en el Argentino de Selecciones Sub-19.
“Arranqué de muy chiquita; desde los cuatro años juego al hockey”, le cuenta a LA GACETA. Justamente, sobre sus inicios relata un dato gracioso que involucra a sus padres. “Había una pelea porque mi papá era de ‘Uni’, pero terminamos yendo a Tucumán Rugby. Fue mi mamá quien me llevó”, recuerda. Y ya desde chica se enamoró del hockey y del “Verdinegro”.
¿Qué fue lo que la atrapó? “De chiquita, el grupo de amigas y la vida de club. A medida que fui creciendo y subiendo de categoría, cada vez me gustaba más el deporte y la competencia. Siempre fui muy competitiva”, explica. ¿Y qué la mantiene motivada e inserta en el mundo del hockey? Un poco de todo. “Lo que más me gusta es defender los colores, compartir y crecer con el grupo de amigas”, asegura.
El crecimiento de García Galo en el último tiempo fue fugaz. Debutó en la Primera de su club en 2021 con apenas 15 años. Y pese a su corta edad está afianzada hace tiempo en un equipo con el que logró varias consagraciones. Incluso, en una de ellas fue clave: en la definición del Anual 2023, marcó el gol del triunfo sobre Natación y Gimnasia, que confirmó la consagración del “Verdinegro”.
¿Fue difícil asentarse en Primera pese a su adolescencia? García Galo asegura que no, aunque destaca el papel que jugaron sus compañeras. “No me costó adaptarme. Tenía muy claro mi objetivo y me entrené mucho para llegar ahí. Tuve la suerte de encontrarme con un grupo que me recibió y ayudó siempre”, remarca. Además, agrega que tomó sus primeros tiempos en Primera como una experiencia de aprendizaje. “Fue muy emocionante pensar que de chiquita las veía jugar, y después pude compartir cancha con ellas. Fue un sueño”.
A veces mediocampista, a veces delantera, “Luchi” cuenta cuál es la posición en la que se siente más cómoda. “Preferentemente, de cinco. Me gusta jugar por el eje de la cancha y estar constantemente en contacto con la pelota y el ‘5’ es el encargado de distribuir el juego. Obvio, siempre que puedo, rompo y me mando”, detalla.
Su habilidad y su sapiencia dentro del campo de juego le permitieron no sólo integrar habitualmente los seleccionados tucumanos de las distintas categorías, sino ser convocada a Las Leoncitas, el seleccionado nacional Sub-21.
“Fue muy emocionante. Es un sueño que muchas jugadoras tenemos desde chicas, y poder llegar a ese nivel me pone muy contenta”, expresa antes de contar cómo fue la experiencia en los entrenamientos, donde compartió con algunas de las integrantes del plantel que logró el subcampeonato en el Mundial de la categoría el año pasado, como Mercedes Artola, Brisa Ruggeri y Valentina Ferola, además de otras tucumanas (Agustina Miranda, Luisina Migles y Guillermina Dande).
“Al principio fue muy duro. Realmente es otro nivel en cuanto al físico y al ritmo en cancha, pero también creo que eso te potencia a buscar crecer y mejorar día a día. Poder compartir con jugadoras de ese nivel y aprender de ellas es una experiencia muy linda”, enfatiza. “Me dejó mucho aprendizaje y muchas ganas de seguir entrenándome a ese nivel. Creo que pude aprovechar al máximo y aprender en cada entrenamiento tanto de los entrenadores como de las jugadoras”.
Y aunque no pudo meterse en el plantel que luego disputó y ganó la Copa Panamericana, sigue en la órbita del seleccionado nacional y ya recibió una nueva citación. “El día que me tocó quedar fuera de la lista obviamente estaba triste, pero a la vez motivada, con ganas de seguir entrenándome. Continué con las rutinas de gimnasio y pasadas porque sabía que estaba la posibilidad de volver a fin de año y ahora tuve la oportunidad de ser convocada de nuevo. Pienso darlo todo, siempre buscando crecer y mejorar”, reflexiona.
Mientras tanto, “Luchi” tiene la cabeza 100% en el Argentino de Selecciones de esta semana en el que buscará dejar a Tucumán lo más alto posible. Las experiencias anteriores, como el Argentino Sub-19 del año pasado (logró el quinto puesto) y el Argentino de mayores de este año, le permiten afrontar el desafío con otra mentalidad, según reconoce.
“Estoy más tranquila, con más confianza. Somos varias las que jugamos el torneo el año pasado y trataremos de brindar apoyo y seguridad a las más chicas. De todas formas, las veo muy bien, con mucha confianza y muy motivadas, lo que es fundamental”, destaca al tiempo que admite que el torneo tendrá sabor a revancha para ella, luego de que el seleccionado mayor no pudiera mantener la categoría en el último Argentino. “Me quedé con un gusto amargo, pero ahora tenemos revancha. De todas formas, del Argentino de Mayores me llevé lo mejor. Fue un aprendizaje para mí”, aclara.
Las expectativas del equipo son grandes y, sobre todo, las ganas de disfrutar de un torneo en el que tendrá el plus de la localía. “Estamos muy bien; con ganas de jugar el torneo. Nos preparamos mucho, nos veo muy entusiasmadas y con ganas de dejar a Tucumán en lo más alto. Tener a nuestra gente apoyándonos es algo único, y también tenemos la ventaja de que conocemos la cancha”, analiza, antes de lanzar un anhelo importante. “Sería un orgullo dejar a Tucumán en lo más alto jugando de locales”.
Aunque también se encuentra llevando adelante sus estudios, García Galo asegura que el hockey está por delante. “Estoy estudiando a distancia ya que a principio de año viajaba de domingo a jueves y era complicado hacerlo presencial. Por eso decidí estudiar desarrollo de software a distancia. De a poco le agarro la mano; hacerlo a distancia me dificulta un poco, pero voy acomodándome como puedo. Mi prioridad es hockey”, dice entre risas.
Y justamente en esa línea, mientras atraviesa un buen momento, sueña en grande. “A corto plazo mi objetivo es salir campeona con el seleccionado y con el club. Hablando de sueños, me encantaría vestir la camiseta argentina; con eso sueño desde muy chica”, indica, anticipando que aunque no tiene nada concreto está en sus planes trasladarse a Buenos Aires para seguir progresando. Sin embargo, por el momento seguirá en la provincia deleitando a la gente de Tucumán Rugby y, por estos días, a toda la comunidad del hockey tucumano y argentino, con la ilusión de dejar a las “Naranjitas” lo más arriba posible.