La situación de los docentes universitarios y científicos argentinos que dependen del Estado es cada vez más crítica. El Grupo Economía, Política y Ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti) que dirige el ex ministro kirchnerista Daniel Filmus calcula que la caída de ingresos de 2024 equivale a un trimestre sin cobrar. Como se sabe, la recomposición que anhelaba el sector se vio frustrada cuando, este 9 de octubre, quedó firme el veto del presidente Javier Milei a la Ley del Financiamiento Universitario, lo que desató una serie de protestas y la ocupación de facultades en todo el país. 

La Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional Tucumán (UTN) participan en las protestas con diferentes niveles de involucramiento. En medio de este conflicto, el Grupo EPC-Ciicti determinó que los salarios de los trabajadores de universidades nacionales perdieron, en términos reales, el 25,1% de poder de compra entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024. Los investigadores al mando de Filmus refirieron que la situación de los investigadores del Conicet es incluso peor: en su caso, la pérdida llega a 28,2 puntos reales en los 10 meses de 2024. 

"En términos anualizados la caída de los salarios universitarios representa al equivalente de no percibir tres meses enteros de salarios, dejando sin sueldos durante 92 días a los trabajadores universitarios, teniendo por fecha de último cobro en el año al día 30 de septiembre", afirma el estudio del Grupo EPC-Ciicti. Este equipo dice que el conflicto universitario se enmarca en una proyección presupuestaria para el bienio 2023-2025 que apunta a retraer la inversión pública en universidades nacionales en un 34,4% real. "La masa salarial en las universidades nacionales caería el 37,2% real, si se cumplieran las proyecciones oficiales plasmadas en el Presupuesto 2025 enviado al Congreso por el Gobierno Nacional. El 84% del presupuesto universitario está constituido por salarios", advierte el informe publicado en el sitio web del EPC y del Ciicti.

Si bien el Gobierno de Milei vetó el incremento impulsado por la oposición, en diferentes intervenciones tanto el Presidente como sus funcionarios descartaron el cierre de las universidades nacionales públicas o su arancelamiento. Luis Caputo, ministro de Economía de la Nación, afirmó esta semana, en el ámbito de su disertación en el Coloquio de IDEA, que el veto obedeció a la necesidad de mantener el déficit fiscal cero y al hecho de que el Congreso autorizó subas sin aprobar sus consecuentes fuentes de financiamiento. 

"Lo que se llama el ancla fiscal es el corazón del modelo. Por eso la oposición intenta quebrarlo. Intenta pasar leyes que generen gastos sin pasar ninguna contrapartida de financiamiento, como han hecho en el caso de las universidades. Claramente, está destinado a disparar al corazón del modelo, que es lo que genera el equilibrio macro y los resultados que estamos viendo", opinó Caputo en una entrevista con el diario La Nación. Y añadió: "estos cambios reflejan que el rumbo es el correcto. La inflación para abajo. Estamos eliminando ese flagelo que es para la gente. La inflación es el impuesto más regresivo y el que más impacta en el que menos tiene, que no se puede cubrir".

***

Suscribite al newsletter de LA GACETA  “Completa con picante” y recibí semanalmente una selección de noticias para jóvenes con hambre de futuro. ¡Es gratuito!