Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el uso de aire acondicionado se convirtió en una necesidad más que en un lujo para muchos hogares. Sin embargo, el uso constante de un sistema de climatización puede resultar en facturas de energía significativamente altas.

Ante este problema, la elección del aire acondicionado adecuado puede marcar una gran diferencia en los costos energéticos a largo plazo, para disfrutar de una temperatura agradable sin que el bolsillo se vea afectado drásticamente.

Según los especialistas, hay ahora un grupo de modelos que, por contar con tecnología más avanzada, consigue climatizar un ambiente gastando la mitad de la energía. Entonces, por más que su precio de venta sea por lo general un poco mayor, aliviarán las facturas de luz durante toda su vida útil, algo cada vez más relevante para el bolsillo a medida que el Gobierno avanza con las quitas de subsidios.

Por eso, los expertos recomiendan que, antes de decidirse, los usuarios revisen un detalle clave en la información técnica obligatoria que deben dar sobre cada equipo quienes lo producen y venden. Se trata del nivel de eficiencia energética demostrado por cada acondicionador en los ensayos de laboratorio previos a su salida al mercado, y el cual se informa mediante una pequeña letra.

¿Cómo conocer el nivel real de eficiencia energética de un aire acondicionado?

Todos los acondicionadores que se venden en la Argentina deben llevar obligatoriamente una etiqueta normalizada que califica su nivel de eficiencia energética dentro de una escala de letras fácilmente comprensible.

Antiguamente se usaba para mostrar esto un rango que incluía las clases D (para la mínima eficiencia), C, B y A (para la máxima eficiencia).

Sin embargo, a causa de los grandes avances tecnológicos de los últimos años, dentro del nivel A comenzó a haber casos demasiado dispares. Entonces, para los aires divididos o split, en 2019 se agregaron las clases "plus": A+, A++ y A+++.

Ahora, lo que se halla en oferta en las tiendas puede tener como mínimo eficiencia A para el modo frío y un nivel C para calor. Sin embargo, para ahorrar energía, lo conveniente será apuntar siempre al extremo opuesto de cada escala.