La relación entre el Gobierno de Javier Milei y la AFAse encuentra en uno de los momentos más tensos. El conflicto gira en torno a la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y a la eliminación del Decreto 1212, que otorgaba beneficios impositivos a los clubes de fútbol.

Este decreto, que había sido restituido por Sergio Massa el año pasado, permitió que la AFA y los clubes pagaran menos en contribuciones previsionales, una situación que generaba un déficit fiscal. Por ese motivo el Gobierno, a través del DNU 939/24, decidió derogar este régimen, lo que representa un golpe económico importante para los clubes y la gestión de Claudio Tapia.

El Gobierno nacional le quitará los beneficios impositivos a la AFA

El fin del Decreto 1212 implica que los clubes ahora deberán abonar contribuciones más altas, ya que, anteriormente, la AFA retenía un 7,5% de los ingresos brutos por la venta de entradas, derechos de transmisión y otros conceptos, en lugar del 30 % que se aplicará sin el régimen especial. Esta situación generó una pérdida de más de 7.000 millones de pesos para las arcas del Estado entre noviembre de 2023 y abril de 2024.

Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, explicó que se formará una comisión mixta compuesta por funcionarios gubernamentales y representantes del fútbol para diseñar un nuevo esquema impositivo. La presión sobre la AFA también ha aumentado debido a la auditoría que llevará adelante la Inspección General de Justicia (IGJ), con discrepancias en los flujos de dinero de algunos clubes.

En la batalla entre la política y la AFA, el que más pierde es el fútbol

A pesar de los intentos de Tapia de mantener la posición de la AFA, la amenaza de las SAD ha resurgido como una solución que podría satisfacer las demandas del Gobierno, especialmente ante la falta de inversión privada en el fútbol. Esto podría cambiar las reglas del juego y abrir la puerta a una transformación estructural de los clubes, mientras que el Gobierno de Milei sigue con su política en varios sectores, incluido el fútbol.

La resistencia de la AFA sigue firme, pero el conflicto parece estar lejos de resolverse.