A pesar de tratarse de alimentos llenos de nutrientes y sabores, las frutas y las verduras son a la vez productos difíciles de mantener y conservar en casa. ¿A quién no se le pudrió una palta antes incluso de poder abrirla? Esto pasa también con la banana: en la góndola del almacén permanece intacta pero una vez que llega a la casa, a los pocos días, pareciera que su maduración acelera.

Esto se debe a que, incluso después de la cosecha, los productos de plantas vivas tienden a continuar con sus procesos biológicos. Esto incluye la respiración: producir energía a partir de carbohidratos, proteínas y grasas almacenadas mientras se libera dióxido de carbono y vapor de agua. 

Cómo conservar las frutillas en la heladera para que duren más tiempo sin estropearse

Además, los productos frescos también se echan a perder fácilmente gracias a varios microbios, tanto inofensivos como algunos que pueden causar enfermedades, llamados patógenos. Para evitar que estos procesos arruinen nuestra compra, existen algunos trucos que todos podemos aplicar en casa. 

Cómo guardar frutas y verduras para que duren más tiempo

1. No cortes tus frutas y verduras antes de guardarlas

Cualquier corte o golpe en tus frutas y verduras hará que estas se deterioren con mayor rapidez, por lo tanto no les cortes ninguna hoja y trátalas con cuidado. Si solamente necesitas un pedazo de alguna fruta o verdura, córtala y guárdala dentro de un contenedor para que mantenga su frescura.

2. No laves tus frutas y verduras hasta que vayas a comerlas

Tus frutas y verduras deben mantenerse secas. Si es que tienen agua al guardarlas pueden pudrirse y ponerse flácidas, por lo que es importante tratar de minimizar al máximo el agua sobre las hojas de tus verduras verdes.

3. Dejá que tus frutas y verduras respiren

Mantener un flujo de aire entre tus frutas y verduras dentro del refrigerador las mantendrá en óptimas condiciones, por lo que que debes mantenerlas separadas entre ellas y fuera de las bolsas en las que venían ya que pueden acumular humedad.

4. Una manzana podrida termina pudriendo a las demás

Este dicho es muy cierto. Asegurate de sacar cualquier fruto rojo que tenga hongos o manzanas podridas ya que pudrirán el resto de tus frutas y verduras.

5. Chequeá la temperatura de tu heladera

Si es que la temperatura está muy baja, tus frutas y verduras pueden congelarse por lo que te recomendamos mantener la temperatura entre 2ºC y 4ºC.

6. Ajo, cebollas y papas deben guardarse en la despensa lejos de la luz

El ajo y la cebolla comenzarán a germinar si es que están bajo mucha luz solar, y se pondrán blandas si es que se guardan dentro del refrigerador. Las papas pueden ponerse verde con mucho sol y el refrigerador tampoco es un buen lugar para ellas.

7. Separá frutas que producen etileno de verduras que son sensibles al etileno

Las frutas y verduras desprenden etileno, un gas propio que acelera el proceso de descomposición. Por lo tanto, es importante separar las frutas (que tienden a producir etileno) de las verduras (que son sensibles al etileno). Por ejemplo, los plátanos suelen desprender mucho etileno por lo que si ponemos una palta verde al lado de ellos, esta madurará rápidamente.

8. Usá los cajones de tu heladera de manera correcta

A pesar de que pensemos que los cajones de nuestras heladeras son iguales a las repisas, estos pueden ayudarnos a mantener nuestras frutas y verduras frescas por más tiempo si los usamos correctamente. Muchos de ellos controlan temperatura a través de pequeñas ventilaciones que pueden abrirse o cerrarse. Mantené las ventilaciones abiertas para las frutas ya que no les gusta la humedad.