Al momento de cocinar, la tecnología facilita nuestra tarea. Sin embargo, es importante leer la letra chica de cada electrodoméstico para conocer su real funcionamiento y optimizar el consumo de energía eléctrica que tendrá impacto en las facturas de cada mes. 

Por qué hay que desenchufar este impensado electrodoméstico después de usarlo

En este marco, las freidoras de aire llegaron para quedarse, pero en Argentina surge la duda si conviene usar este dispositivo o un horno eléctrico. ¿Cuál de los dos consume menos energía?

¿Cómo funcionan estos electrodomésticos?

- Freidora de aire: este ingenioso dispositivo utiliza aire caliente circulante para cocinar los alimentos, reduciendo la necesidad de aceite. La circulación de aire caliente crea una textura crujiente similar a la fritura, pero con menos grasa.

- Horno eléctrico: este electrodoméstico calienta una cavidad interior utilizando resistencias eléctricas. Algunos modelos también incorporan funciones de convección para distribuir el calor de manera uniforme.

Comparada con un horno eléctrico, la freidora de aire es la que consume menos energía.

Comparación de consumo energético entre una freidora de aire y un horno eléctrico: ¿cuál conviene?

- Tamaño y capacidad: los hornos eléctricos son generalmente más grandes que las freidoras de aire, lo que significa que pueden consumir más energía si se utilizan para cocinar comidas pequeñas, pero son ideales en caso de preparar comida para varias personas.

- Eficiencia energética: algunas freidoras de aire están diseñadas para ser altamente eficientes y pueden consumir menos energía que los hornos eléctricos tradicionales. Es importante verificar la etiqueta de eficiencia energética para obtener información precisa.

- Tiempo de cocción: las freidoras de aire tienden a cocinar más rápido debido a la circulación de aire caliente, lo que puede resultar en un menor consumo de energía en comparación con los hornos eléctricos.

- Temperatura de cocción: los hornos eléctricos a menudo requieren temperaturas más altas para cocinar ciertos platos, lo que puede aumentar su consumo de energía en comparación con las freidoras de aire, que cocinan de manera más eficiente a temperaturas más bajas.