A un año de la llegada de Osvaldo Jaldo a la gobernación, la licenciada en Relaciones Internacionales, María José Mazzocato, y el licenciado en Ciencias Políticas, Patricio Adorno, pasaron por Panorama Tucumano para dialogar con el periodista Federico van Mameren y dejar sus impresiones sobre lo que representó para la política local este primer año de gestión del dirigente tranqueño.
Para Mazzocato, la nueva versión del isologotipo de la provincia que presentó el Gobierno provincial forma parte de la nueva imagen que pretende mostrar el Gobernador, en relación a su gestión y a su construcción política. “Jaldo está compitiendo a nivel nacional para posicionar su figura. Una figura que no tiene un contrapeso a nivel nacional, pero dentro de la provincia sí tiene un gran contrapeso, y dentro de su propio partido, que es la intendenta de la ciudad (Rossana Chahla). Allí podemos ver que tiene un ida y vuelta bastante interesante, en donde la última vez que habían presentado una figura de unidad fue hace más de un mes atrás. En el discurso de ayer, vimos a Jaldo decir que a él lo tenían como un dialoguista por estar a favor de la oposición, pero sí se mostró fuerte y autoritario respecto a los municipales”, sostuvo la profesional.
VIDEO. En su balance por el primer año de gestión, Jaldo dijo que asumió con $0 para sueldosEn similar sintonía, Adorno afirmó que en su primer año de gestión, Jaldo se empezó a consolidar “como la persona que toma las riendas y las decisiones en la provincia”. “El cambio de identidad visual está enmarcado en un proceso en el que Osvaldo Jaldo busca diferenciarse de alguna manera de Juan Manzur. En un escenario especial también, en el que se está poniendo en juego su propia capacidad de ordenar la política tucumana y al mismo tiempo su propia capacidad de gestionar las relaciones con el poder nacional y gestionar las relaciones en el marco de la interna nacional del Partido Justicialista”, precisó el analista.
El rompecabezas de Federico van Mameren: “Jaldo festeja este primer año con mucha tranquilidad”Además, subrayó que la posible llegada de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia del partido puede repercutir en la interna del peronismo tucumano porque pueden “reavivarse las grietas” evidenciadas en 2021. “Incluso, desde la presidencia del partido, la exvicepresidenta de la Nación puede poner a Jaldo como ejemplo de aquello que hay que corregir”, aseguró.
Oposición aplacada
Como parte de su análisis, los profesionales también coincidieron en que la construcción realizada hasta aquí por el mandatario provincial le permitió evaporar la crítica de los partidos opositores a partir de una reconfiguración del escenario tucumano.
“En la provincia hay una sobreoferta libertaria y en ese sentido, la representación del espacio puede quedar atomizada. Jaldo tiene una condición similar a la del presidente Javier Milei porque corre solo. No viene hacia afuera de su gestión ningún dirigente opositor que pueda levantar la voz y sea un contrapeso de su figura. Son todos dirigentes que se han quedado en el plano nacional, sin la bandera de ser opositores al gobierno local, porque Jaldo mantiene una buena relación con Milei”, postuló Adorno.
Y enfatizó que con el impulso de la reforma de la Constitución o la Ley de Acceso a la Información pública “le sacó la bandera a la oposición con la que podían empezar a recriminarle algunas deudas”. “Hoy lo que se le critica es no avanzar en sus promesas, pero son promesas que se le criticaban o se le pedían desde la propia oposición”, concluyó.
Miguel Acevedo: “Si Jaldo va por la reelección, lo voy a acompañar”A su turno, Mazzocato consideró que ante una oposición tan fragmentada es oportuno entender que en este contexto, Jaldo “está haciendo un juego de pesos y contrapesos para las elecciones del año que viene”.
“También hay que pensar que Milei también está buscando sostener su gestión sobre el interior del país, conociendo lo que sucede sobre todo en el norte grande”, expresó.