Histórico para Tucumán y digno de una ficción; así se puede definir el primer ascenso de San Martín de Tucumán. La reestructuración de AFA de 1986 planteó un nuevo escenario para los clubes del interior. La desaparición de los viejos Nacionales y el fin de los Metropolitanos tenía como fin la federalización del fútbol argentino. Así se creó el campeonato de Primera división y B Nacional como únicos torneos que reunieron a todos los equipos; mientras que en las categorías más bajas todavía persistía la división entre los clubes directa e indirectamente afiliados. Todo esto hacía que el “Santo” comenzara la temporada 1987/88 en el Torneo del Interior, un equivalente a la Tercera división.

Casi de manera meteórica, San Martín lograría el ascenso a la B Nacional. En el Zonal noroeste, el “Santo” venció a Belgrano de Paraná (6-2 en el global), Sarmiento de Córdoba (2-1) y por último le ganó a Güemes de Santiago del Estero (5-2). A diferencia de la actualidad, este certamen otorgaba la posibilidad al ganador de participar del Dodecágonal que definiría el segundo ascenso a la Primera división. Así tanto el equipo de Nelson Chabay como Estación Quequén accedieron a los playoffs sin disputar la fase regular del Nacional B.

Tras superar a Tigre, Cipolleti y Quilmes, San Martín se vería las caras frente a Chaco For Ever en la final. En la ida, que se disputó en La Ciudadela, el “Santo” venció a los chaqueños por la mínima y debía reafirmar esa ventaja en condición de visitante. “Fue una semana distinta. Uno sabe que se trata de una final, entonces se toma todo tipo de recaudos, tanto en la parte táctico-física como en lo anímico; nosotros saldremos a jugar de la misma manera que lo venimos haciendo hasta ahora. Mantendremos el planteo que nos otorgó buenos resultados. No sería razonable cambiar. Además contamos con la tranquilidad de haber ganado el primer cotejo. La mayor preocupación la tienen ellos porque tienen que salir a ganar porque el único resultado que les permitirá ascender”, había declarado Héctor Chazarreta, en la previa al encuentro definitorio.

Para aquella final, el “Santo” había optado por alojarse en el Hotel Guaraní de la ciudad de Corrientes. Según las crónicas de la época, se trataría de la primera final entre dos equipos del interior que lucharían por un lugar en la máxima categoría. Anteriormente Deportivo Mandiyú se había consagrado campeón del certamen. “El fútbol se maneja en base al exitismo. Primero los hinchas querían el Nacional B y ahora piensan en la A. Nosotros también lo queremos y lo vamos a lograr si todos ponemos el esfuerzo que requiere. Lo importante es que todos tenemos una fe tremenda en que lograremos este objetivo”, aseguraba Chazarreta.

Para este duelo decisivo, más de 4.000 tucumanos viajaron para acompañar al equipo. Los primeros minutos del duelo comenzaron demasiado estáticos debido a que ninguno de los equipos lograba imponerse. José Noriega era controlado por Celso Freyre, Roberto Marioni a Julio César Giménez y José Antonio Barella a Chazarreta.  Mientras que el “Santo” controló a la perfección a Mario Noremberg, que era el capitán del equipo. Todo esto hizo que la única ocasión de peligro en los primeros 20’ sea un tiro libre del “Capo” que dejó solo a Dante Unali.

El primer tanto fue a los 29’. Chazarreta habilitó al “Capo” que fusiló el arco de Néstor Merlo. Así el “Santo” estiraba la ventaja en el global y acariciaba el ascenso.

El ingreso de Daniel Cravero mejoró al “Albinegro”, que empezó a generar ocasiones de cara al arco de Juan Alfredo Ibáñez. Es más, Freyre lanzó un potente cabezazo que fue desviado por el arquero del “Santo”. Sin embargo, a los 73’, el “Santo” puso fin a la historia con un tanto de Jorge López.

Tras la consagración, las felicitaciones no tardaron en llegar. Julio Humberto Grondona opinó que le fútbol tucumano se mereció el ascenso de San Martín. “El partido mostró el federalismo que siempre pregonamos y tan pocas veces puesta en práctica. El fútbol lo consiguió.”, aseguró el dirigente, mientras que Natalio Mirkin, presidente de San Martín, le devolvió las gentilezas. “Sos el auténtico reestructurador del fútbol argentino. El permitió que hoy dos pueblos se hayan abrazado. Esta fiesta es un homenaje a vos”, dijo.

“Uno se siente satisfecho cuando logra una conquista de esta naturaleza. Por toda esta gente que vino a acompañarnos, por toda esa hinchada que quedó en Tucumán. Por ese final con los hinchas de For Ever aplaudiendo a nuestro equipo. Realmente me puso la piel de gallina”, comentaba “Capo” Noriega, el autor del primer tanto.

Después del duelo, los futbolistas regresaron al hotel para festejar y cenar antes de partir hacia Tucumán. Lo curioso es que durante la cena recibieron el llamado del gobernador de Santiago del Estero, César Iturre, que felicitó al plantel y los invitó a su despacho. Del mismo modo, el presidente de Atlético, Miguel Saguir, dejó su mensaje para el club de La Ciudadela.

Así, el “Santo” consiguió el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino, hito que buscará repetir mañana frente a Aldosivi.