Alfredo Ricardo Neme fue un visionario. Nacido en Santiago del Estero, se graduó de Contador Público en la Universidad Nacional de Tucumán en 1968. Ya en ese momento tenía en claro que la tecnología lideraría los cambios a nivel mundial. Poco después de recibirse, en 1976, fundó Censys, una plataforma de soluciones para el desarrollo y la administración de los procesos de negocios de instituciones financieras. De su mente inquieta surgieron muchas de las propuestas innovadoras de productos y servicios de la compañía. Su fallecimiento, producto de una enfermedad terminal, causó hondo pesar entre quienes lo conocían y seguían su carrera, que fue un ejemplo para muchos en sus distintos proyectos.

Neme proyectó Altercity Business Park, complejo de oficinas “AAA”, y de Alterponit Life Style Center, actualmente el concepto más moderno a nivel internacional en formatos de centros comerciales y de uso mixto. Justamente en 2008, Censys puso en marcha la construcción del complejo Altercity, en un predio de 6,4 hectáreas al pie del Cerro San Javier, en Yerba Buena, que actualmente dispone de tres edificios- donde se radican sus oficinas y las de otras 35 empresas-. Dueño de una personalidad atrapante, Neme solía estar rodeado de representantes de distintas generaciones, con quienes gustaba intercambiar ideas.

En el libro “Ellos hicieron. Crónicas de empresarios tucumanos”, de Solana Colombres lo compara con genios de la informática con Bill Gates o Steve Jobs, justamente por haber vistos en tiempos en los que no había tanta preponderancia de la tecnología, por dónde pasaría el futuro. “Censys entiende su enorme potencial y vislumbra que la tecnología va a ir evolucionando y, por ello, hay que convertir estos sistemas a un lenguaje y a una filosofía de procesamiento y de trabajo de los sistemas operativos a una PC”, dice Neme en el libro.

Con Censys desarrolló InterBanksys, un software que unifica los procesos bancarios permitiendo ahorro de costos y mayor eficiencia. “El gran problema de los bancos -hoy más que nunca- es que tienen que hacer enormes esfuerzos para que el desorden que generan los varios softwares que usan se vean como algo ordenado hacia afuera”, explicó en una entrevista. Siempre pregonó los mismos valores: compromiso, trabajo en equipo, empatía, transparencia, honestidad y las relaciones a largo plazo. Deja un legado difícil de olvidar para quienes lo conocieron.