Lance Armstrong conoció diferentes facetas a lo largo de su vida. Arriba de una bicicleta conoció el éxito deportivo, al punto de que llegó a ganar el Tour de Francia en siete ocasiones consecutivas. Sin embargo, años más tarde, fue acusado de hacer trampa, y ahora volvió a ser millonario gracias a que se convirtió en accionista de Uber.
El mejor momento del ciclista fue a fines de los 90’ y principios de los 2000. En aquella época, Armstrong dominó el ámbito del ciclismo al punto de ser uno de los pocos multicampeones. Su historia de vida inspiraba a millones, porque el estadounidense había vencido el cáncer antes de alcanzar la cima. Eso hizo que creara una fundación contra el cáncer, Livestrong, que recaudaba millones de dólares para la lucha contra esa enfermedad.
Pero, tiempo después, empezó a tomar fuerza la teoría de que el ciclista consumía drogas ilegales para mejorar su rendimiento arriba de la bicicleta. Y en 2012 que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) lo acusó de liderar “el programa de doping más sofisticado que vio el deporte”. Acto seguido, lo despojaron de todos sus títulos desde 1998 y la Unión Ciclista Internacional lo sancionó de por vida.
Así perdió importantes contratos de patrocinio con Nike, que lo acompañó durante 16 años de carrera. Por ese entonces, la marca anunció la ruptura de los vínculos con Armstrong en un comunicado y argumentó que el ciclista engañó a la empresa durante más de una década. “Nike no aprueba el uso de sustancias ilegales de ningún tipo para mejorar el rendimiento”, indicaron.
Una inversión que le hizo recuperar su fortuna
En pleno momento de crisis, recibió el llamado de Chris Sacca para proponerle la compra de acciones de alguna empresa. Cuando Chris me llamó y me preguntó si quería invertir, pensé: ‘Este tipo tiene una gran personalidad, pero también es muy inteligente y tiene muchos contactos, ¿Por qué no?”, reveló en una entrevista con la cadena CNBC.
La propuesta del inversor incluyó la compra de acciones de Uber, pero cuando la empresa no era el gigante que se convirtió en la actualidad. Así invirtió U$S100.000. Uber, en tanto, pasó de valer 3,7 millones de dólares en 2009 a 70.000 millones en 2024.