Un estudio realizado por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias reveló inéditos resultados de un estudio: las diferentes reacciones de ratones machos y hembras al estrés.
En el estudio, publicado en Cell Reports y replicado por Infobae, investigadores del laboratorio conjunto del profesor Alon Chen en el Instituto Weizmann y el Instituto Max Planck de Psiquiatría en Múnich descubrieron que una subcategoría de células cerebrales responde al estrés de una manera totalmente diferente en hombres y mujeres.
Los hallazgos podrían conducir a una mejor comprensión de las condiciones de salud afectadas por el estrés crónico, como la ansiedad, la depresión e incluso la obesidad y la diabetes, y podrían allanar el camino hacia terapias personalizadas para estos trastornos.
Los trastornos mentales y físicos causados por el estrés crónico están en constante aumento, lo que supone una importante carga para la sociedad. Afectan tanto a hombres como a mujeres, pero no necesariamente de la misma manera. Aunque hay muchas pruebas que sugieren que los hombres y las mujeres afrontan el estrés de forma diferente, las causas de estas diferencias aún no se comprenden del todo y, en cualquier caso, los tratamientos personalizados para hombres y mujeres siguen estando fuera del alcance de la medicina, explica el sitio de noticias en base al importante estudio.
Diferencias entre hombres y mujeres para soportar el estrés: cómo llegaron a esa conclusión
Pero los investigadores del laboratorio de Chen, que se especializa en el estudio de la respuesta al estrés, plantearon la hipótesis de qué métodos de investigación innovadores podrían ayudar a cambiar el panorama. Estudios anteriores en otros laboratorios habían descubierto ciertas diferencias de género en la respuesta al estrés, pero esos hallazgos se obtuvieron utilizando métodos de investigación que podrían ocultar diferencias significativas en las respuestas de células específicas o incluso borrar por completo el papel desempeñado por células relativamente raras. El laboratorio de Chen, en cambio, utiliza métodos avanzados que permiten a los científicos analizar la actividad cerebral con una resolución sin precedentes —a nivel de la célula individual— y, por lo tanto, podría arrojar nueva luz sobre las diferencias entre los sexos.
“Hemos enfocado la investigación con la mayor sensibilidad posible hacia la zona del cerebro que actúa como eje central de la respuesta al estrés en los mamíferos, el núcleo paraventricular (PVN) del hipotálamo”, dijo la doctora Elena Brivio, quien dirigió el estudio. “Al secuenciar las moléculas de ARN en esa parte del cerebro a nivel de célula individual, pudimos mapear la respuesta al estrés en ratones machos y hembras a lo largo de tres ejes principales: cómo cada tipo de célula en esa parte del cerebro responde al estrés, cómo cada tipo de célula previamente expuesta al estrés crónico responde a una nueva experiencia de estrés y cómo estas respuestas difieren entre machos y hembras”.
Los investigadores mapearon la expresión genética en más de 35.000 células individuales, generando una enorme cantidad de datos que proporciona una imagen de la respuesta al estrés sin precedentes en su alcance y al resaltar las diferencias entre cómo los hombres y las mujeres perciben y procesan el estrés.
Reacciones al estrés: cuáles son las diferencias entre mujeres y varones
El estudio ha permitido a los investigadores identificar una larga lista de diferencias en la expresión genética, entre hombres y mujeres, y entre el estrés crónico y agudo. Los datos mostraron, entre otras cosas, que ciertas células cerebrales reaccionan de manera diferente al estrés en hombres y mujeres: algunas células son más susceptibles al estrés en mujeres y otras en hombres.
La diferencia más significativa se encontró en un tipo de célula cerebral llamada oligodendrocito, un subtipo de célula glial que proporciona soporte a las células nerviosas y desempeña un papel importante en la regulación de la actividad cerebral.
En los hombres, la exposición a condiciones de estrés, especialmente estrés crónico, cambió no solo la expresión genética en estas células y sus interacciones con las células nerviosas circundantes, sino también su propia estructura. En las mujeres, sin embargo, no se observó ningún cambio significativo en estas células, y no fueron susceptibles a la exposición al estrés.
“Las neuronas atraen la mayor parte de la atención científica, pero solo representan aproximadamente un tercio de todas las células del cerebro. “El método que implementamos nos permite ver una imagen mucho más rica y completa, incluyendo todos los tipos de células y sus interacciones en la parte del cerebro en estudio”, asegura el doctor Juan Pablo López, ex investigador postdoctoral en el grupo de Chen y ahora jefe de un grupo de investigación en el Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska en Suecia.
Reacciones al estrés: quiénes participaron del estudio
Además de los mencionados, participaron en el estudio el doctor Aron Kos, Stoyo Karamihalev, Andrea Ressle, Rainer Stoffel y el doctor Mathias V. Schmidt del Instituto Max Planck de Psiquiatría de Múnich; el doctor Alessandro Francesco Ulivi del Instituto Leibniz de Neurobiología de Magdeburgo (Alemania); Dana Hirsch del Departamento de Recursos Veterinarios de Weizmann; y el doctor Gil Stelzer del Departamento de Instalaciones Básicas de Ciencias de la Vida de Weizmann.
La investigación del profesor Alon Chen cuenta con el apoyo del Laboratorio de la Familia Ruhman para la Investigación en Neurobiología del Estrés, la familia Licht y el Fondo Irving B. Harris para Nuevas Direcciones en la Investigación del Cerebro. El profesor Chen es titular de la Cátedra de Neurobiología Vera y John Schwartz.