Pocas veces antes se habían visto tantas irregularidades en un solo caso. Además de una supuesta usurpación en la zona de Las Yungas de Tafí Viejo, sus ocupantes están infringiendo las leyes de Flora y Fauna, de Bosques Nativos y de Protección de Suelos. Como si eso no fuera poco, también violan el código de planeamiento urbano del municipio taficeño. La Justicia ya actúa para poner punto final a la ocupación que se está registrando en la zona conocida como “El sendero de los 1.000 pasos”, “La Toma” y “La Cruz”, un recorrido muy conocido para los que realizan actividades físicas en contacto con la naturaleza.

“Esta historia es increíble. Estamos actuando porque hay una infracción municipal. Si bien es cierto que se trata de una propiedad privada, apoyamos el reclamo de los herederos de “Nina” Velardez que gentilmente autorizan a los taficeños y a los visitantes caminar o andar en bici por ella”, aseguró Víctor Schedan, fiscal municipal de esa ciudad.

En 1948, el ex presidente Juan Domingo Perón expropió 18.000 hectáreas para donarlas a la Universidad Nacional de Tucumán. Esas tierras, según los argumentos dados a conocer en ese tiempo, servirían para crear la Ciudad Universitaria, y en esa extensión hoy está la reserva natural del Parque Sierra San Javier. Sin embargo, la casa de altos estudios desafectó unas 16 hectáreas, que son las que actualmente generan este litigio. El detalle más importante es que no quedó devuelta oficialmente a sus dueños originarios y tampoco quedó registro en el Registro Inmobiliario. Legalmente, esas tierras son de su propiedad.

INSPECCIÓN. Los fiscales Schedan y Saltor recorrieron ayer la zona.

“Durante muchos años la familia pagó los impuestos que corresponden por esas hectáreas. Pero un año, no recuerdo cuál, no pudimos hacerlo más porque la propiedad aparecía a nombre de la UNT”, explicó Silvia Velárdez. “Nos reunimos con ellos, nos explicaron que era un remanente y que estaban haciendo un relevamiento con el que se aclararían todas las cosas. Pero nada cambió”, agregó la mujer.

Los problemas

Según pudo establecer LA GACETA, en plena pandemia de 2020, un abogado vendió esas tierras a dos hermanos. Los compradores primero alambraron la zona; cortaron todos los árboles autóctonos de una zona en la que están protegidos; ingresaron maquinarias pesadas para abrir caminos en una lugar donde no se puede levantar una piedra; y vendieron parcelas de 15 por 30 o de 20 por 40, cuando el código de planeamiento urbano de Tafí Viejo establece que en esos sectores, el lote más pequeño debe ser de 5.000 metros cuadrados.

VIOLÓ LA LEY. Las huellas de una máquina que removió el suelo.

“Cuando descubrimos todo esto, hicimos la denuncia correspondiente ante la Justicia Federal, ya que se trataba de tierras de la UNT”, explicó Schedan. “El fiscal Carlos Brito analizó el expediente, pidió los informes correspondientes ante la alta casa de estudios. Como recibió la misma respuesta, se declaró incompetente”, indicó el fiscal municipal.

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Alertados por esta situación, los acusados de haber usurpado esas tierras decidieron colocar un portón para que nadie ingresara. “Nos presentamos en Flora y Fauna para denunciar informalmente primero y formalmente después. Con el tiempo nos dijeron que esa propiedad tenía un portón y que por esa razón no podían ingresar sin contar con la autorización del dueño o de alguna autoridad. Sumamos otra desilusión y en septiembre recurrimos a las autoridades municipales”, relató Velárdez.

Sorpresa

El famoso portón que colocaron terminó siendo la excusa perfecta para la intervención de las autoridades municipales. “No podían poner ese elemento ahí porque se trata de una calle, de la vía pública. Sin contar que ese lugar está a metros de la hostería municipal y muchas personas denunciaban que no los dejaban pasar para recorrer ‘El sendero de los 1.000 pasos”, explicó Schedan.

Con el apoyo de las autoridades, el fiscal municipal se presentó ante la Justicia para denunciar el caso y solicitar que, a través de un amparo, se lo saque. “Nos dieron la razón y ordenaron su eliminación. Llegamos al lugar acompañados por la Policía para cumplir la orden. Se presentaron varias personas que intentaron impedir que se saque el portón. Hasta agredieron a los uniformados”, relató.

“Son personas sumamente violentas. En la familia tenemos un casero para que cuide de nuestras tierras. También lo agredieron en varias oportunidades y lo amenazaron”, recalcó Velárdez.

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Ese incidente fue la gota que colmó el vaso. Schedan se presentó ante la Justicia para denunciar la toma de tierras y todas las irregularidades que se detectaron. El expediente quedó en manos del fiscal Carlos Saltor, que ayer realizó una inspección ocular en el lugar para definir los pasos a seguir.

Grave daño

Freddy Coronel es miembro del grupo Pro Eco de Tafí Viejo. “El daño que están haciendo es irreparable. Talaron árboles autóctonos muy antiguos y removieron los suelos para abrir caminos. También afectaron el canal que se conoce como Agüita del Tala que es un reservorio importante. Esperemos que esto llegue a su fin pronto”, destacó. “No sólo está en juego esa zona que está protegida, sino también todos los barrios del área. Si no se cuida y se detiene este atropello, no tengan dudas de que volverán a registrarse los desastres que soportamos los taficeños en los 80 y los 90. Afortunadamente el Estado está atendiendo estas cuestiones”, finalizó.

Reacciones: sólo se escuchan lamentos de los amantes de la naturaleza que recorren esos lugares

“Es una lástima que ocurra esta situación. Muchas personas que concurren a la hostería municipal, especialmente los visitantes de otras provincias, salen a recorrer estos lugares por su cercanía y porque no requiere de un gran esfuerzo”, dijo el fiscal municipal Víctor Schedan. “Todos los que amamos caminar por los cerros, una o varias veces hicimos “El sendero de los 1.000 pasos”. Es algo maravilloso por el paisaje y porque lo puede recorrer cualquier persona. Los más experimentados lo usan para entrenarse o para recuperarse después de haber realizado una excursión mucho más exigente. Es una lástima que haya personas que no dejen transitar. Todo el mundo está recaliente con esta historia”, comentó Luis Fernández. “No me extraña nada. No es la primera vez que sucede esto. Ustedes vienen publicando lo de El Mollar, pero también pasó en Nueva Esperanza y en El Cadillal. Espero que los saquen”, concluyó Josefina Martínez.